En ocasiones consumimos ciertos alimentos sin saber cómo están elaborados y qué ocultan en su preparación, te podrías sorprender.
Es una realidad que en ocasiones carecemos de tiempo para comer en casa o cambiar nuestros hábitos alimenticios por una vida más saludables, si bien la “fast food” resulta atractiva de consumir, la mayoría de las veces desconocemos de lo que realmente está hecha, una hamburguesa, unas papitas y un refresco de cola parecen ser la mejor opción para quienes andamos en la calle todo el día.
Sin embargo, aunque creamos que en los establecimientos nos venden alimentos con calidad, los ingredientes con los que están cocinados para aportarles más sabor, cierta consistencia y hasta cierto punto volverlos más atractivo al paladar pueden ser tóxicos, nocivos para nuestra salud y a la larga provocar ciertas enfermedades enfermedades congénitas o hasta cáncer (en casos extremos de consumo), esto de acuerdo a diversos estudios sobre dichos temas publicados en revistas internacionales.
De hechos, algunos de estos ingredientes podrían resultar hasta ilegales para el consumo en cualquier parte del mundo.
¿Podrías ingerir un tapete de yoga?
Recientemente Subway, la famosa cadena de emparedados estadunidense, retiró por completo de su pan la azodicarbonamida, un compuesto químico sintético que se usa para fabricar tapetes de yoga y hule para zapatos, esto luego de que la firma enfrentó una fuerte publicidad negativa desde que la bloguera Vani Hari, especializada en alimentos, le solicitó la remoción de dicho ingrediente.Pese a que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el uso de dicha sustancia química como agente blanqueador y acondicionador de la masa, la fuerte presión social obligó a esta cadena de comida rápida a quitarlo de sus panes tras darse a conocer que los practicantes de yoga le dan otro uso digamos un poco “más saludable”.
Hari, quien opera el sitio FoodBabe.com, también ha lanzado dardos a otras compañías de alimentos como Kraft y Chick-fil-A por las sustancias químicas en sus productos.
Un químico retardarte de fuego que te refresca
Recientemente, Coca-Cola también anunció que para finales del 2014 eliminará de todas sus bebidas el aceite vegetal bromado, mejor conocido como BVO, un químico que se usa como retardarte de fuego en plásticos, cubiertas de muebles y algunas prendas de vestir para niños y que por supuesto, la mayoría de sus consumidores desconocíamos.El uso del BVO en alimentos está prohibido en más de 100 países de toda Europa y Japón; sin embargo, desde hace décadas es añadido a más del 10 por ciento de los refrescos que se fabrican en Estados Unidos y se usa en marcas como Fanta, Fresca y otras bebidas deportivas o con sabores cítricos para mejorar su estabilidad y evitar que ciertos ingredientes se separen.
El consumo excesivo de bromo, un químico venenoso, tóxico y corrosivo, puede provocar problemas de tiroides como el hipotiroidismo, enfermedades autoinmunes y cáncer, además de que está ligado con defectos congénitos, problemas de crecimiento y esquizofrenia.
Un ingrediente que podría ser culpable de la obesidad
El glutamato monosódico, también conocido como GMS, es una sustancia que se utiliza en la industria de alimentos como aditivo para unificar y potenciar los sabores de los productos envasados; fue considerado por mucho tiempo como una compuesto inocuo; sin embargo, en últimos años, estudios revelaron que podría tener un importante papel en la obesidad en el mundo.El GSM está presente en gran cantidad de alimentos envasados como papas fritas, embutidos, sopas instantáneas, consomés deshidratados, comidas congeladas, aderezos como la catsup y la mayonesa, cereales, dulces, barras energéticas y lácteos. Las cadena de restaurantes tradicionales, como Chili’s, Denny’s y Applebee’s también lo utilizan en la mayoría de sus productos cárnicos.
De acuerdo con el sitio lavidalucida.com, la FDA permite 20 “pseudo” nombres para el glutamato monosódico, incluyendo extracto de levadura, glutamato libre, ácido glutámico, lecitina de soja, caseinato de calcio, maíz hidrolizado, proteína de soja hidrolizada y maltodextrina, entre otros. Pero el hecho de que un producto diga “No MSG” no significa que no lo contenga.
Anticongelante para mis nuggets de pollo por favor
Por décadas, de qué está hecho un nuggets de pollo ha causado gran interés, polémica y hasta mitos urbanos, principalmente sobre los que venden en MacDonald’s. El American Journal of Medicine comparó estos productos de dos cadenas de comida rápida los cuales tenían menos de un 50 por ciento de carne de pollo, el resto era una mezcolanza de grasa, venas, huesos triturados, nervios y cartílago.Por su parte, un estudio que realizó el Huffington Post encontró que en esta extraña y a veces deliciosa comida podemos encontrar el antiespumante dimetilpolisiloxano, propylene glycol, un químico presente en el anticongelante. Al respecto, David Katz, M.D., de la Universidad de Yale, señala que estos aditivos, así como los otros están clasificados como “generalmente reconocidos como seguros” por la FDA, pero eso solo significa que no se ha probado que sean perjudiciales.
El dimetilpolisiloxano es un producto químico industrial que también se usa en impermeabilizantes y selladores.
Cenemos shampoo mata piojos
Los colorantes artificiales como el azul 1, azul 2, amarillo 5 y amarillo 6, que están presentes en alimentos como pasteles, dulces, macarrones con queso, sopas instantáneas como Maruchan, alimentos para mascotas y quesos, son tóxicos debido a que están elaborados a base de alquitrán de hulla, usado para preservar los pisos y para hacer shampoos mata piojos.Comprobado médicamente, los petroquímicos sintéticos derivados del petróleo, anticongelante y amoniaco de lo que están constituidos los colorantes artificiales causan cáncer de tiroides en los animales y están prohibidos en cosméticos; sin embargo, aún se permiten en los alimentos. El color artificial también debilita el sistema inmune.
Desde hace tiempo, los colorantes artificiales se usan como un medio para incrementar el atractivo de las comidas. Los industriales de alimentos ponen colorantes en sus productos en función de las necesidades de los consumidores.