Si deseas activar tus defensas este invierno y así evitar los molestos resfríos u otras enfermedades respiratorias, entonces te recomendamos tener presente estos 5 puntos esenciales para potenciar tu sistema inmune. Recuerda que todos ellos trabajan en conjunto y que ninguno es más importante que el otro. Desarróllalos y verás como se potencian por completo tus defensas.
- Piensa Positivo
- Aliméntate correctamente/saludablemente
- Ejercítate moderadamente: caminar, movilizarte en bicicleta, nadar, etc.
- Respira. Equilibra y serena el sistema nervioso. Ayuda a la oxigenación celular.
- Descansa, realiza actividades que ayuden a reducir el estrés
Piensa positivo, probablemente ya conoces los beneficios de evitar los pensamientos negativos y es por ello que en este artículo hemos querido llegar un poco más allá, porque entendemos que pensar positivo no lo es todo. Lo esencial es aprender a desidentificarse son la mente pensante, es decir, entender que la vocecita interior que no para de parlotear no es todo lo que somos y que además esa vocecita solo representa una pequeña porción de lo que podríamos llamar realidad, sus apreciaciones de la vida nunca son 100% reales. Otra forma de alivianar nuestro espíritu es aprender a ponerse en lugar del otro, esto nos ayuda a entender el comportamiento de las personas y a no sentirnos tan afectados por sus acciones. Cuando consigues entender el actuar del otro te liberas paulatinamente del peso de juzgar. Estos consejos te pueden ayudar más que a tener un pensamiento positivo a sentirte en paz contigo mismo.
No olvides que los pensamientos negativos tienen un poder devastador en nuestra salud, nos hacen mucho más vulnera a todo tipo de enfermedad, incluso la parte más tradicional de la medicina moderna está aceptando el peso del pensamiento en la mejoría o empeoramiento de las enfermedades.
Aquí te dejo una pequeña técnica para superar los pensamientos negativos, esto consiste sencillamente en identificar tus ideas negativas en el momento mismo de formularlas y transformarlas en una afirmación positiva y luego repetirlas. Por ejemplo, la idea -todas las personas son egoístas conmigo- por: -todas las personas son bondadosas conmigo-. Verás cómo al practicar continuamente este ejercicio tu perspectiva ante la realidad se hace más agradable.
Aliméntate saludablemente, todos sabemos que una mala dieta te puede traer grandes complicaciones, mientras una dieta rica y saludable puede potenciar enormemente tu calidad de vida. En Internet podas encontrar mucha información en torno a una buena alimentación, pero aun así, para hacerte mucho más sencillo el trabajo, te dejamos algunas sencillas guías para elegir tu alimento, primero: consume de preferencia frutas y verduras frescos de estación, además de ser lógicamente más económicos, estarás aprovechando la sabiduría de la naturaleza que siempre nos entrega las vitaminas y minerales que más necesitamos según el clima, como lo es la vitamina C de la naranja en invierno. Segundo: evita alimentos muy procesados, como los embutidos, galletas, conservas, entre otros, ya que muchas veces agregan sustancias nocivas para la salud. Tercero: evita las harinas blancas, frituras, grasas animales y azucares. Y finalmente no olvides comer cada 4 horas y en pequeñas cantidades. Con estas sencillas guías puedes mejorar tu alimentación además de perder algunos kilos.
Haz ejercicios moderadamente en forma cotidiana. El ejercicio ayuda de manera general a tu bienestar holístico, activa el metabolismo basal, contribuye a la concentración y el equilibrio energético, fortalece tus músculos evitando lesiones y dolores causados por las malas posturas y las largas horas de permanecer sentado. Te aconsejamos las siguientes actividades fundamentalmente porque son de bajo impacto y de fácil acceso:caminar, andar en bicicleta y nadar. Lo ideal es que elijas una actividad que te agrade, te relaje y te llene de energía para el resto del día.
Ser conscientes de nuestra respiración no solo nos ayuda a oxigenar nuestras celular sino también a serenar nuestra mente. Respirar conscientemente es uno de los ejercicios más sencillos y fáciles de realizar. Solo debes recordar que la forma correcta de respirar es inflando el vientre y no subiendo los hombros. Cuando inhalas infla el vientre de esta forma dejas más espacio a los pulmones para respirar, y al expirar trata de llegar con el ombligo a la espalda, de esta forma te aseguras de vaciar completamente los pulmones.
Descansar, dormir y relajarse, son esenciales para que nuestro organismo se reponga. Es esencial pensar en la relajación como antonino al estrés, principalmente porque el estrés es un debilitador de nuestro sistema inmune, cualquier iniciativa que puedas tomar para sobrellevar el estrés beneficiara tu salud. Como técnicas puedes implementar meditar y mejorar el ambiente en donde descansas, como por ejemplo tener un buen colchón, almohada, cuidar de la iluminación, el ruido y la temperatura son esenciales para ello. Cuando te encuentras relajado y en paz contigo mismo no solo tu sistema inmune se hace mucho más poderoso sino que también tu capacidad productiva y creativa se verán maximizadas.
Al desarrollar estos 5 puntos principales veras como te enfermas menos y como cada día tienes más energía, para ello solo necesitas comprometerte con tu salud y tener el deseo real de verte y sentirte mejor.
No olvides que los pensamientos negativos tienen un poder devastador en nuestra salud, nos hacen mucho más vulnera a todo tipo de enfermedad, incluso la parte más tradicional de la medicina moderna está aceptando el peso del pensamiento en la mejoría o empeoramiento de las enfermedades.
Aquí te dejo una pequeña técnica para superar los pensamientos negativos, esto consiste sencillamente en identificar tus ideas negativas en el momento mismo de formularlas y transformarlas en una afirmación positiva y luego repetirlas. Por ejemplo, la idea -todas las personas son egoístas conmigo- por: -todas las personas son bondadosas conmigo-. Verás cómo al practicar continuamente este ejercicio tu perspectiva ante la realidad se hace más agradable.
Aliméntate saludablemente, todos sabemos que una mala dieta te puede traer grandes complicaciones, mientras una dieta rica y saludable puede potenciar enormemente tu calidad de vida. En Internet podas encontrar mucha información en torno a una buena alimentación, pero aun así, para hacerte mucho más sencillo el trabajo, te dejamos algunas sencillas guías para elegir tu alimento, primero: consume de preferencia frutas y verduras frescos de estación, además de ser lógicamente más económicos, estarás aprovechando la sabiduría de la naturaleza que siempre nos entrega las vitaminas y minerales que más necesitamos según el clima, como lo es la vitamina C de la naranja en invierno. Segundo: evita alimentos muy procesados, como los embutidos, galletas, conservas, entre otros, ya que muchas veces agregan sustancias nocivas para la salud. Tercero: evita las harinas blancas, frituras, grasas animales y azucares. Y finalmente no olvides comer cada 4 horas y en pequeñas cantidades. Con estas sencillas guías puedes mejorar tu alimentación además de perder algunos kilos.
Haz ejercicios moderadamente en forma cotidiana. El ejercicio ayuda de manera general a tu bienestar holístico, activa el metabolismo basal, contribuye a la concentración y el equilibrio energético, fortalece tus músculos evitando lesiones y dolores causados por las malas posturas y las largas horas de permanecer sentado. Te aconsejamos las siguientes actividades fundamentalmente porque son de bajo impacto y de fácil acceso:caminar, andar en bicicleta y nadar. Lo ideal es que elijas una actividad que te agrade, te relaje y te llene de energía para el resto del día.
Ser conscientes de nuestra respiración no solo nos ayuda a oxigenar nuestras celular sino también a serenar nuestra mente. Respirar conscientemente es uno de los ejercicios más sencillos y fáciles de realizar. Solo debes recordar que la forma correcta de respirar es inflando el vientre y no subiendo los hombros. Cuando inhalas infla el vientre de esta forma dejas más espacio a los pulmones para respirar, y al expirar trata de llegar con el ombligo a la espalda, de esta forma te aseguras de vaciar completamente los pulmones.
Descansar, dormir y relajarse, son esenciales para que nuestro organismo se reponga. Es esencial pensar en la relajación como antonino al estrés, principalmente porque el estrés es un debilitador de nuestro sistema inmune, cualquier iniciativa que puedas tomar para sobrellevar el estrés beneficiara tu salud. Como técnicas puedes implementar meditar y mejorar el ambiente en donde descansas, como por ejemplo tener un buen colchón, almohada, cuidar de la iluminación, el ruido y la temperatura son esenciales para ello. Cuando te encuentras relajado y en paz contigo mismo no solo tu sistema inmune se hace mucho más poderoso sino que también tu capacidad productiva y creativa se verán maximizadas.
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