Estos son algunos de los hábitos de higiene que deberías cambiar lo más pronto posible en tu rutina, según el diario The Huffington Post.
Levantar la tapa del inodoro: Tirar de la cadena con la tapa del inodoro levantada hace que la materia fecal vuele por el aire. Y sí, el cepillo de dientes también queda cubierto de gérmenes fecales. Con la tapa levantada, las partículas flotan hasta 6 metros de distancia, así que asegúrate de que tu cepillo de dientes esté fuera del alcance.
Bacterias en las lentes de contaco: De los casi 40 millones de estadounidenses que usan lentes de contactos, casi nadie cuida de sus lentes de la manera adecuada, según investigadores. Es muy fácil que las lentillas terminen con biofilm, una capa delgada de bacterias. Asegúrate de reemplazar el estuche a menudo y elimina todo el líquido de residuos después de enjuagarlas, porque más bacterias podrían alojarse sobre la superficie mojada.
Jabón antibacterial: Alrededor del 75% de los jabones tienen una sustancia antibacteriana llamada triclosán, que altera los niveles hormonales de los animales durante las pruebas. Todavía se está investigando si el cambio se produce también en el cuerpo humano. De cualquier manera, sabemos que estos productos no son más efectivos que los jabones ordinarios.
Heces en la ropa: Según la Universidad de Arizona, lavar la ropa interior en la lavadora puede transmitir 100 millones de bacterias E. coli al agua, que luego pueden contaminar la siguiente carga de ropa. En total, hay alrededor de una décima parte de 1g de heces en la ropa interior. Para evitar la contaminación sería necesario lavar las prendas a 150 grados y trasladarlas rápidamente a la secadora. Esto es debido a que las bacterias se propagan en ambientes húmedos. Aún así los expertos dicen que es imposible librarse de cualquier residuo de heces.
La pileta, uno de los lugares más sucios: El baño es el hogar de cerca de 2 millones de bacterias por metro cuadrado y la pileta de la cocina cuenta con unas 500 mil bacterias en el mismo espacio. El Hospital de la Facultad de Long Island, en Estados Unidos, afirma que la pileta de la cocina es mucho menos higiénica que el inodoro, ya que los platos y las ollas en remojo son caldos de cultivo para las bacterias como la E. coli y la salmonella. La Escuela de Salud Pública de Harvard tuvo resultados.
Secadores de manos: La Clínica Mayo llegó a la conclusión después de varios estudios que las toallas de papel en realidad son más higiénicas que los secadores de manos, al mismo tiempo que utilizan menos energía. Dejar las manos mojadas es un imán de bacterias. Las toallas de papel las secan en 15 segundos, mientras que los secadores de aire llevan 45 segundos para hacerlo. El problema es que la gente por lo general no supera los 17 segundos secándose las manos.
Retenedores sucios: Investigadores del UCL Eastman Dental Institute encontraron que el 50% de los retenedores tenían bacterias, incluyendo la MRSA, que puede causar infecciones peligrosas. Los aparatos que no se limpian bien fomentan estos microbios dañinos. El problema es que algunas personas mantienen sus aparatos en estuches y en lugar de lavarlos apenas los enjuagan antes de volver a usarlos. ¡Lávelos bien!
Comida en el suelo: De acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Applied Microbiology, 99% de las bacterias se transfieren inmediatamente cuando la comida toca el piso. Algunos pisos pueden ser más peligrosos que otros. Las superficies secas y duras tardan más en albergar bacterias que áreas húmedas o con alfombra. El tipo de comida también es importante. Las que contienen mucha sal o azúcar parecen recoger gérmenes mucho más lentamente.
Ombligo con bacterias: Un grupo de investigadores de Carolina del Norte encontró 2.368 especies únicas de bacterias después de limpiar 60 ombligos. De éstas, 1.458 son completamente nuevas para la ciencia. En este mismo estudio, se encontró el que en el ombligo de un hombre vivía un tipo de bacteria que sólo existe en el suelo de Japón. ¡Frote el ombligo!
Productos para la acné: La mayoría de los problemas de acné ocurren debajo de la piel, por lo que los medicamentos tienen que ser bastante especializados para ser realmente eficaces. Jabones para acné comunes también pueden agudizar el problema. La Academia Americana de Dermatología señala que la mayoría de las personas deben evitar los medicamentos que quitan la humedad natural de la piel.
UNA MAS PARA TERMINAR
Lavarse el pelo todos los días: Un estudio de la Universidad de Columbia encontró que si te lavas el pelo todos los días, te estás quitando el sebo [aceite natural del cabello], por lo que las glándulas sebáceas compensan produciendo más aceite. Se recomienda lavar el cabello sólo 2 o 3 veces a la semana. Si sientes la necesidad de lavarte el pelo todos los días asegúrate de que el champú sea suave – y no repita la operación.
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