Hace unos días, una amiga que comenzó un tratamiento para quedar embarazada me contó que le pidieron eliminar de su entorno y su rutina todos los productos perfumados o aromatizados, y evitar al máximo el contacto con los plásticos, ya que éstos podrían interferir con el procesoreproductivo.
Los productos perfumados contienen sustancias que provocan desórdenes hormonales / Foto: iStockphoto
La prescripción me llamó la atención y me puse a investigar un poco. Los ftalatos son sustancias sintéticas que se usan en algunos plásticos y como fijadores en cosméticos y productos de limpieza aromatizados. Estudios de años anteriores habían mostrado los daños que provocan los ftalatos durante el embarazo y la lactancia. Sin embargo, poco se sabía sobre su impacto en el proceso reproductivo.
Los ftalatos son disruptores del sistema endocrinológico, se sabe que pueden provocar cambios en la fertilidad del hombre y se les asocia con modificaciones hormonales en la mujer, los niños e incluso las mascotas. Según un estudio difundido por la European Society of Human Reproduction and Embryology, y realizado en el Hospital General de Massachusetts entre 2004 y 2012, los ftalatos estarían interfiriendo también con la implantación del óvulo fecundado.
Durante ocho años, los investigadores revisaron las muestras de orina y sangre en mujeres que estaban siguiendo el tratamiento de fecundación in vitro. Los médicos debían monitorear todos losfactores ambientales que pudiesen interferir el procedimiento, fue así que se dieron cuenta de que las mujeres que están expuestas a altos niveles de fltalatos son doblemente propensas a presentar fallas en la implantación del óvulo fecundado. “Estos resultados respaldan la hipótesis de que los ftalatos se han expandido en todo el ambiente y esto puede provocar efectos adversos en la fertilidad de las mujeres”, señaló Irene Souter, médico del Massachusetts General Hospital y del Harvard Medical School de Boston. “Por eso recomendamos minimizar lo más posible la exposición a los ftalatos, aunque es muy difícil de lograr porque estos se encuentran en muchísimos productos”, concluye Souter.
¿Cómo evitarlos?
- Lee las etiquetas de los productos que usas a diario, investiga de qué materiales están hechos.
- Evita cosméticos que contengan dibutilftalato (DBP), dimetilftalato (DMP), y dietilftalato (DEP).
- No uses productos de belleza perfumados.
- No uses aromatizantes de ambiente.
- Para la limpieza, usa vinagre, bicarbonato y jabón neutro.
- Evita detergentes, suavizantes y limpiadores perfumados.
- Transporta tu comida en moldes de vidrio o acero inoxidable, no calientes ni recalientes moldes de plástico, ya que los ftalatos no están adheridos a la matriz del material y se desprenden fácilmente con el calor.
- Evita beber de botellas de plástico, no uses poliestireno (unicel o plumabit) ni envuelvas tu comida con película plástica autoadherente.
- Prefiere las telas naturales.
- Revisa los moldes de plástico, deben tener una figura triangular con flechas, ese es el símbolo universal de reciclaje. Si tiene un número 3, o las letras “V” o “PVC”, contiene ftalatos. Si tiene 1, 2, 4, or 5 no contiene ftalatos.
- Cuando pidas comida al delivery o si vas por comida para llevar a casa, prefiere los moldes de vidrio, cartón o aluminio.
Evitar los ftalatos no sólo tiene beneficios en momentos tan importantes como el embarazo, la lactancia y la crianza, sino a todo lo largo de la vida. Estos químicos sintéticos, aunque son invisibles, tienen efectos nocivos en nuestra salud a largo plazo, ya que se les ha relacionado con la diabetes, la obesidad, el asma en los niños, entre otros.