UN ESTUDIO REALIZADO EN ESPAÑA APUNTA A QUE COMER TEMPRANO PODRÍA AYUDAR A PERDER PESO.
El estudio, que analizó a 420 personas que acudían a clínicas de nutrición en el sureste de España, fue publicado en ‘International Journal of Obesity’.
Luego de 20 semanas de análisis, en las que todos los participantes siguieron una dieta mediterránea, comían una cantidad similar de comida y quemaban un numero parecido de calorías, se logró establecer que los que almorzaban más temprano perdían más kilos que los que lo hacían después.
Los investigadores lograron detectar que, aunque la alimentación de todos era similar, los que almorzaban antes de las 3:00 p.m. perdieron, en promedio, 10 kilos (un 11 % de su peso al inicio del programa), mientras que los que lo hacían después de esa hora lograron reducir 7, 7 kilos, es decir, el 9 % de su peso inicial. (Lea: Los 'Kilos de más' pueden ayudar a tener una vida prolongada)
Esto significaría que entre más temprano se consuma la comida abundante del día, menos grasa se almacenaría, tal como lo indica el adagio popular de “desayuna como rey, almuerza como príncipe y come como mendigo”.
No obstante, esta es la primera vez que un estudio científico respalda dicha creencia, tal como lo señaló el investigador principal Frank Scheer, profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.
"Se trata del primer estudio a gran escala y a largo plazo en mostrar que es un factor importante para que las personas con sobrepeso y obesidad tengan éxito al perder peso", afirmó.
Aunque aún se desconoce por qué un almuerzo tardío podría relacionarse con una pérdida de peso más lenta,una posibilidad es que al menos algunos de los que comen el almuerzo tarde esperan demasiado tiempo entre comidas, lo que podría tener efectos sobre el metabolismo.(Lea: Científicos chinos identifican bacteria que podría causar obesidad)
Lo cierto es que este estudio muestra una "conexión potencial entre esperar demasiado entre comidas y el aumento de peso", señaló Connie Diekman, directora de nutrición universitaria de la Universidad de Washington, en St. Louis, quien no participó en la investigación.
Pero quizá lo más importante de este hallazgo es que empieza a evidenciar que el horario de las comidas parece afectar el peso, según comentó Scheer.
Este descubrimiento concuerda, además, con investigaciones que se han hecho en animales y que demuestran que horarios inusuales para las comidas parecen afectar los ritmos circadianos del organismo, que influyen sobre una variedad de funciones, entre ellas el ciclo del sueño y la vigilia y el metabolismo. (Lea: Adicción a comer es una enfermedad mental, pero adicción al sexo no)
En el cerebro hay un 'reloj maestro' que coordina esos ritmos, pero también hay 'relojes periféricos' en los tejidos y células de todo el cuerpo, explicó Scheer.
En los animales, unos horarios inusuales para las comidas parecen afectar algunos de esos relojes periféricos y desconectarlos del reloj maestro. En teoría, esa "desconexión" de los relojes podría afectar el control del peso.
Aunque este estudio empieza a abrir un camino importante respecto a la teoría de que que para bajar de peso no solo importa la cantidad de comida sino a qué hora se consume, Scheer señaló que hacen falta más investigaciones para estar completamente seguros de esta relación. (Lea: Cuanto más se mantenga el exceso de peso más 'irreversible' se torna)
Una limitante del estudio también es que se realizó en España, donde el almuerzo es la comida principal del día. De modo que no está claro si los hallazgos se podrían aplicar a un país como Estados Unidos, donde la comida principal es la cena.
REDACCIÓN, con información de ‘HealthDay News’
Luego de 20 semanas de análisis, en las que todos los participantes siguieron una dieta mediterránea, comían una cantidad similar de comida y quemaban un numero parecido de calorías, se logró establecer que los que almorzaban más temprano perdían más kilos que los que lo hacían después.
Los investigadores lograron detectar que, aunque la alimentación de todos era similar, los que almorzaban antes de las 3:00 p.m. perdieron, en promedio, 10 kilos (un 11 % de su peso al inicio del programa), mientras que los que lo hacían después de esa hora lograron reducir 7, 7 kilos, es decir, el 9 % de su peso inicial. (Lea: Los 'Kilos de más' pueden ayudar a tener una vida prolongada)
Esto significaría que entre más temprano se consuma la comida abundante del día, menos grasa se almacenaría, tal como lo indica el adagio popular de “desayuna como rey, almuerza como príncipe y come como mendigo”.
No obstante, esta es la primera vez que un estudio científico respalda dicha creencia, tal como lo señaló el investigador principal Frank Scheer, profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, en Boston.
"Se trata del primer estudio a gran escala y a largo plazo en mostrar que es un factor importante para que las personas con sobrepeso y obesidad tengan éxito al perder peso", afirmó.
Aunque aún se desconoce por qué un almuerzo tardío podría relacionarse con una pérdida de peso más lenta,una posibilidad es que al menos algunos de los que comen el almuerzo tarde esperan demasiado tiempo entre comidas, lo que podría tener efectos sobre el metabolismo.(Lea: Científicos chinos identifican bacteria que podría causar obesidad)
Lo cierto es que este estudio muestra una "conexión potencial entre esperar demasiado entre comidas y el aumento de peso", señaló Connie Diekman, directora de nutrición universitaria de la Universidad de Washington, en St. Louis, quien no participó en la investigación.
Pero quizá lo más importante de este hallazgo es que empieza a evidenciar que el horario de las comidas parece afectar el peso, según comentó Scheer.
Este descubrimiento concuerda, además, con investigaciones que se han hecho en animales y que demuestran que horarios inusuales para las comidas parecen afectar los ritmos circadianos del organismo, que influyen sobre una variedad de funciones, entre ellas el ciclo del sueño y la vigilia y el metabolismo. (Lea: Adicción a comer es una enfermedad mental, pero adicción al sexo no)
En el cerebro hay un 'reloj maestro' que coordina esos ritmos, pero también hay 'relojes periféricos' en los tejidos y células de todo el cuerpo, explicó Scheer.
En los animales, unos horarios inusuales para las comidas parecen afectar algunos de esos relojes periféricos y desconectarlos del reloj maestro. En teoría, esa "desconexión" de los relojes podría afectar el control del peso.
Aún hay mucho por investigar.
Una limitante del estudio también es que se realizó en España, donde el almuerzo es la comida principal del día. De modo que no está claro si los hallazgos se podrían aplicar a un país como Estados Unidos, donde la comida principal es la cena.
REDACCIÓN, con información de ‘HealthDay News’