No dejemos que su tamaño nos engañe, pues los riñones, a pesar de su pequeñez, desarrollan funciones imprescindibles para nuestra salud.
De hecho, estos órganos con forma de frijol regulan la cantidad de líquidos, controlan la presión sanguínea y depuran la sangre. Por todos estos motivos, es hora de que aprendamos cómo cuidar los riñones.
#1 Toma mucha agua
Bebe de 8 a 10 vasos de agua al día. Este hábito facilitará la tarea de los riñones
y la consiguiente eliminación de toxinas y desperdicios. Si no lo
haces, no habrá la suficiente presión de agua para transportar los
residuos del organismo al tracto urinario para su expulsión. Si te
dificulta adoptar este hábito a tu rutina, consulta nuestros trucos para beber más agua.
#2 Come frutas y verduras
Estos
alimentos son los más grandes aliados de los riñones a la hora de
eliminar las toxinas de nuestro cuerpo. Por ello, procura consumir las
frutas y verduras cuyos nutrientes alivien la función de los riñones. Algunas de ellas son: el repollo -por su alto contenido de viaminas K, C y B6, y fibra;
las uvas -por su gran ayuda en la eliminación del ácido úrico excesivo;
y los arándanos -por su contenido de quinina, que estimula la expulsión
de toxinas.
#3 Consume más magnesio
La
deficiencia de magnesio eleva la presión arterial y obstaculiza la
eliminación de sustancias nocivas. Estas dos consecuencias dificultan el
funcionamiento de los riñones. Por eso y para evitar
que esto suceda, es fundamental consumir alimentos que sean ricos en
este nutriente, como los vegetales de hojas verdes y oscuras, las
semillas, los frutos secos y los granos enteros.
#4 Reduce el sodio y las proteínas
Por
un lado, el sodio es fundamental para mantener el equilibrio de fluidos
en nuestro cuerpo, pero si es consumido en exceso puede generar varias
complicaciones. Así, a los riñones se les dificulta filtrarlo
correctamente y esto deriva en distintas enfermedades a los riñones
e incluso puede provocar presión arterial alta, ataques cardíacos o
derrames cerebrales. Para reducir la ingesta de sodio, puedes acudir a
nuestros tips para una dieta baja en sodio.
Por otra parte, el consumo desmedido de proteínas también puede desencadenar distintas afecciones a los riñones. Esto se debe a que estos órganos deben esforzarse más para eliminar el nitrógeno ureico de la sangre.
"Todo
exceso es perjudicial" y el agua no es la excepción. Beber más vasos de
los recomendados puede sobrecargar a nuestros riñones y hacerlos más
vulnerables a muchas enfermedades. Por este motivo, no bebas mucho más
que 8 vasos a diario.
Incorporemos estos hábitos,
cuidemos nuestros riñones. ¿Quiénes, sino, depurarán nuestra sangre y
regularán nuestra presión arterial? No esperemos a que sea demasiado
tarde.
por: Valentina Mongrell
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