Thursday, May 22, 2014

Como Salvarse del Sistema Alimenticio y de Monsanto


Como burlar al sistema: Granjas en tu casa o depto, sanas y sin Monsanto

Desde BWN Patagonia denunciamos constantemente que al menos el 80% de los alimentos procesados en el supermercado contienen transgénicos o residuos de herbicidas de Monsanto.
Que los bebés nacen con agroquémicos en la sangre, y que luego sus madres los amamantan con tóxicos que producen cáncer, tumores, malformaciones, y deficiencias inmunológicas.
Por este y otros motivos siempre recomendamos mudarse de las ciudades para instalarse en areas rurales más sanas y seguras. Pero, por supuesto, esto no siempre es posible debido a los costos, los trámites y las obligaciones. No obstante, y aún con estos problemas, podés comenzar a burlar el sistema alimenticio: Cómo construir una granja en tu casa o departamento.
Creando un Sistema de Alimentación en tu pequeño departamento: El espacio interior, comúnmente utilizado para la jardinería, también puede convertirse en tu salvación de los transgénicos y químicos nocivos que inundan los supermercados.
Donde exista un lugar soleado, cerca de una ventana, un pequeño patio o incluso en una habitación, utilizando contenedores, podes cultivar verduras, hierbas e incluso frutales.
La pregunta más inquietante es el uso de los espacios sombríos, como habitaciones adicionales, closets y gabinetes, talleres, áreas de almacenamiento, bañeras sin usar, y la mesada de la cocina. Tal vez nunca pensaste en estos lugares como zonas de cultivo, ¡pero donde hay espacio, hay un potencial de crecimiento!
Obviamente, primero asegurate con un experto de que cualquier semilla que consigas no sea transgénica ni esté contaminada.
Un cultivo de trigo que sólo ocupe la parte superior de tu heladera, puede dar brotes y producir desde 900 gramos a 1 kilo y medio por semana, que podes utilizar para comer o hacer jugo.
En el mismo lugar, también podrías cultivar hongos, o elaborar cerveza de jengibre, vino, o kefir. Tampoco es difícil preparar un contenedor de lombrices en un balcón para el compostaje de residuos orgánicos, o para vender las lombrices como cebo de pesca! Existen muchas posibilidades para el uso de los espacios en áreas urbanas, incluso las partes sombrías, de una manera productiva.
Esto es un extracto de Fresh Food from Small Spaces: The Square-Inch Gardener’s Guide to Year-Round Growing, Fermenting, and Sprouting por R. J. Ruppenthal.

Fue adaptado para la web y traducido por BWN Patagonia.
Algunos de nuestros lectores comenzarán a preguntarse si es posible criar animales dentro de un departamento, por ejemplo pollos. Por supuesto, ni BWN Patagonia ni el autor RJ Ruppenthal están de acuerdo con mantener a los pollos, o cualquier otro animal, en condiciones de hacinamiento inhumano, todo lo contrario.
La naturaleza debe ser respetada si deseamos una alimentación sana. Le preguntamos a RJ para agregar este comentario.

Comida Fresca producida en pequeños espacios

 
Si estás leyendo estas palabras es probable que vivas en la ciudad, y que no tengas demasiado espacio. Con un poco de suerte en la vivienda de un barrio, con patio trasero, o algo aún más pequeño: Un departamento con una sola ventana por donde entra el Sol.
Independientemente de ello, ya sea que cuentes con: una terraza, balcón, escalera, garaje, espacio de almacenamiento, una ventana, o simplemente con la mesada de la cocina, es muy probable que puedas utilizar espacio para el cultivo de alimentos.
A continuación vamos a imaginar lo que es posible, para que trates de poner las ideas en acción produciendo alimentos buenos y frescos para vos y tu familia, incluso en espacios extremadamente reducidos.
En la mayoría de los espacios urbanos, con la suficiente creatividad y dedicación, es posible hacer crecer una parte considerable de los alimentos que necesita una familia.
Podes incluso decidir especializarte en un cultivo, como las frutas, champiñones, o verduras, y eso será más que suficiente para colmar las necesidades de tu familia e incluso, lo más probable es que te sobre algo para vender o cambiar por otros alimentos que necesitas, y que produce tu vecino.
Si tenés patio o balcón
Lo primero que tenes que hacer, es pensar qué espacios podes utilizar para la producción de alimentos. Si tenes un patio al aire libre y querés iniciar un pequeño jardín en el suelo o dentro de contenedores (o macetas), las consideraciones más importantes a tener en cuenta son: Luz y calor.
La mayoría de los expertos en jardinería te van a decir que ni siquiera pienses en cultivar hortalizas, si no tenes como mínimo de 6 a 8 horas por día de luz directa del sol, pero en realidad existen muchos tipos de hortalizas que pueden ser cultivadas con muchas menos horas de luz.
Es cierto que por ejemplo, los tomates, morrones, papas, pepinos, berenjenas, zapallos, o frutas del bosque (frutillas, frambuesas) necesitan recibir al menos de 4 a 5 horas de luz solar intensa (preferiblemente más).
Pero si las condiciones de luz no son mejores que el mínimo, entonces se recomienda empezar con las hortalizas más pequeñas, como los tomates cherry, que necesitan menos luz para madurar. Lo mismo ocurre con los pimientos o ajíes.
Al mismo tiempo, podes añadir un poco de luz reflejada, y una lampara fluorescente tambien ayuda.
Si tu espacio al aire libre tiene poca luz, podes cultivar legumbres, tubérculos y vegetales de hojas verdes. Estas plantas pueden proliferar con una sombra parcial, al igual que las zanahorias, la remolacha y otros vegetales de raíz.
Las hortalizas de hoja como la lechuga, espinaca, acelga, ruibarbo, brócoli, y col, pueden incluso producir en un lugar sombrío, pero con algo de luz reflejada.
Las papas, las hierbas, la cebolla y el ajo puede cultivarse también con sombra parcial, pero por supuesto, resultaran mucho más productivos con mayor luz solar. Considerá la posibilidad de intentar con alguna variedad de verduras al principio, para ver cuales crecen mejor, algunos cultivos podrán decepcionarte pero serás gratamente recompensado por los demás.
Patio
Si tu patio es grande incluso podes mantener un gallinero o una colonia de abejas, ambos casos brindan un suministro sostenido ya sea de huevos frescos o miel. Los pollos pueden vivir en una jaula o cabina con una cantidad mínima de espacio, ya sea en un jardín, porche, patio, o montados en una pared.
Su estiércol es un buen fertilizante. Los pollos son útiles principalmente para la puesta de huevos, y sus huevos son un recurso renovable que proporciona proteína equilibrada y una buena nutrición.
Una colmena puede tener aun menos espacio horizontal que un gallinero, no necesita la luz del sol, y toma menos trabajo que tener un perro. Una colonia de abejas en una colmena de tamaño medio puede proporcionar de 45 a 70 kilos (dos o tres cubos grandes) de miel cada estación. Si hay sobrantes, recordá que muchos de estos productos son caros, y podes venderlos o cambiarlos (junto con la cera de abejas) por cualquier otra cosa que necesites.
Espacio
Si el espacio horizontal es limitado, no tengas miedo de "pensar verticalmente": Las jaulas de pollos muchas veces son montadas en paredes verticales en la casa de una persona, y muchos jardines pequeños cultivan frutillas exitosamente, o tomates de cestas que cuelgan de los aleros o vigas.
Además existen plantas enredaderas como la frambuesa o la mosqueta, que pueden crecer naturalmente de manera vertical, sin necesidad de utilizar mucho espacio horizontal.
Luz
La luz del sol completa
Esta es la más fácil: Con ella puede crecer cualquier cosa, incluyendo frutas, bayas, y verduras de todo tipo. Su principal limitación podría ser el clima o el espacio.
Luz baja
Vegetales de hojas verdes, porotos y garbanzos, y tubérculos que pueden crecer muy bien con una sombra parcial. Si tenés al menos un poco de sol directo cada día, podés probar pequeñas hortalizas de fruto, como tomates.
Sombra
Los hongos crecen bien en la sombra y son caros, la oscuridad no afecta a los gallineros, ni a las colmenas.
Dentro de tu departamento también se pueden utilizar zonas de sombra para setas o brotes de trigo, o como un lugar para fermentación, ya sea para yogur, kéfir, chucrut, kimchi, cerveza de jengibre, u otros alimentos fermentados.