Mayo es el mes de la concientización sobre el melanoma, el tipo más serio de cáncer de piel y el que causa un mayor índice de muertes. A continuación, te brindamos consejos que pueden ayudarte a detectarlo para acudir oportunamente al médico. Además, algunas medidas de prevención. ¡Estar informada te permite tomar conciencia!
Un peligro en crecimiento
La Academia Americana de Dermatología (AAD, por sus siglas en inglés) informa que el melanoma se caracteriza por el crecimiento incontrolado de las células productoras de pigmento. Puede aparecer en la piel de repente y sin previo aviso, pero también se puede desarrollar en un lunar existente.
Según datos del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU (NCI, por sus siglas en inglés), en el año 2014 en los Estados Unidos se estima que se presentarán 76,100 nuevos casos de melanomas y 9,710 muertes por este tipo de cáncer. ¡Una cifra alarmante!
Las causas
De acuerdo con información de la AAD, la exposición excesiva a la radiación ultravioleta del sol y a los dispositivos de bronceado en interiores (camas solares, por ejemplo), es la causa más importante de todos los cánceres de la piel, incluyendo el melanoma. Asimismo, la institución destaca que la exposición a las camas de bronceado aumenta el riesgo de melanoma, especialmente en las mujeres de 45 años o más jóvenes. Es importante mencionar que según la AAD, no todos los melanomas son exclusivamente causados por la exposición al sol, otras influencias posibles incluyen factores genéticos y deficiencias del sistema inmunológico.
Cifras que alarman
Según datos recientes que arroja un estudio llevado a cabo por la firma L'Oréal París y la Alianza de Investigación de Melanoma (MRA, por sus siglas en inglés), en el marco de “It’s THAT Worth It™ Safe Sun Survey”, una campaña de salud pública que concientiza a las mujeres para prevenir el melanoma mediante el uso de protector solar, y que además, busca ayudar a salvar vidas a través del apoyo a la investigación de este tipo de cáncer; el 52 por ciento de las mujeres americanas se califican a sí mismas con una C o menos en sus hábitos de protección solar. Asimismo, el estudio informa que, mientras que las personas de todos los tonos de piel corren el riesgo de padecer melanoma, el 36% de las mujeres afroamericanas y el 23% de las mujeres hispanas siguen calificándose a sí mismas en grado D o F.
Por último, la investigación indica que, un 94% de las mujeres han oído hablar sobre el melanoma y más de la mitad de ellas creen que es una enfermedad grave o potencialmente mortal, pero solo el 26% sabe que deben aplicarse protector solar todo el tiempo, no solo en el verano o cuando se exponen directamente a la luz solar.
¿Cómo detectar un melanoma?
De acuerdo con Medline Plus, portal de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, con frecuencia el primer signo de un melanoma es un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar. La mayoría de los melanomas tienen un área negra o negra azulada y también puede aparecer como un lunar nuevo: puede ser negro, anormal o de aspecto desagradable.
Asimismo, el portal indica ciertas características de los lunares, producto del melanoma, a las que debes estar atenta:
Asimetría: el contorno de una mitad no es igual al otro.
Bordes: los bordes son desiguales, borrosos o irregulares.
Color: el color es disparejo y puede incluir tonalidades negras, cafés y canela.
Diámetro: hay cambios en el tamaño, generalmente se vuelven más grandes.
Evolución: cualquier cambio en el lunar en las últimas semanas o meses.
Además, el NCI informa que cuando el melanoma se desarrolla en los hombres, a menudo se encuentra en la cabeza, el cuello o la espalda y cuando se desarrolla en las mujeres, suele encontrarse en la espalda o en las piernas.
¡Es mejor prevenir que curar!
Si sabemos cómo prevenir, puede que no tengamos que lamentarnos o curar. La exposición al sol es el factor de riesgo más prevenible de todos los cánceres de la piel, incluyendo el melanoma. Por lo tanto, a continuación, te brindamos una serie de tips provistos por la AAD, enfocados en la prevención:
• Aplicar generosamente un protector solar de amplio espectro resistente al agua, con un factor de protección (FPS) de por lo menos 30, en toda la piel expuesta. Además, es necesario volver a aplicarlo cada dos horas aproximadamente, incluso en los días nublados y después de nadar o sudar.
• Utilizar ropa protectora, como camisas de manga larga, pantalones, sombrero de ala ancha y gafas de sol, siempre que sea posible.
• Situarse a la sombra cuando sea apropiado, recordando que los rayos del sol son más fuertes desde las 10 am hasta las 2 pm. Si tu sombra es más pequeña que tu estatura, debes buscar un espacio con más sombra.
• Tener mucho cuidado cerca del agua, la nieve y la arena, ya que reflejan los rayos dañinos del sol que puede aumentar la probabilidad de quemaduras.
• Evitar las camas solares. La luz ultravioleta de los aparatos para broncearse puede causar cáncer de piel y arrugas. Si quieres lucir como si hubieras estado en el sol, considera el uso de un producto autobronceador, e igualmente debes aplicarte protector solar.
Health Finder, portal del Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de los Estados Unidos, aconseja adoptar en familia buenos hábitos, como usar bloqueador solar y limitar el tiempo que pasan al sol. Además, indica que es necesario motivar a las escuelas para que les enseñen a los niños acerca de los daños de la radiación UV y por qué es importante que se protejan de los rayos solares.
Texto: Pilar Tapia