“La altura del tacón es inversamente proporcional a la tolerancia de la marcha y directamente proporcional a las deformidades del pie.”
Si bien es cierto también hay
estudios que aseguran que el uso de tacón alto por parte de las mujeres,
les ayudaría a fortalecer la musculatura del suelo pélvico, musculatura
muy debilitada tras
embarazos y partos.
Que esta musculatura esté desarrollada mejora la
función de órganos como la vejiga, intestino grueso y útero, además de
mejorar su actividad sexual.
Sin embargo el uso de un tacón excesivo sigue teniendo otras
consecuencias graves en pie, rodilla, cadera, lumbar… hasta la
coronilla, que desencadenan en problemas de salud y una mala biomecánica
de la marcha.