Todo encuentro íntimo con una persona te une de una forma especial con ella.
Las
energías y las almas se entrelazan y entre más profunda sea esa
conexión más se comparte y se intercambia energía con esa persona.
Cuando
hablamos de energía, nos vamos por ramas interminables de conocimiento,
las mismas son infinitas e ilimitadas, como es el caso de las
consecuencias energéticas que tenemos, al tener sexo con alguna persona.
Durante el acto sexual, una mujer, parte receptiva en la relación, recibe el karma del hombre en cada eyaculación. Con la repetición del sexo sucederán nuevas descargas de karma, siempre del hombre hacia la mujer.
Únicamente
sexo sin sentimientos comparte el hombre y muchas veces practicado con
personas que ella ni conoce, esto hará que en su Chakra sexual se vaya
acumulando una carga inmensa de energía instintiva, saturándola. Eso
originará que su Chakra Cardíaco se vuelva cada vez más solitario,
porque no está vibrando con la misma intensidad.
Esa soledad acabará por provocar depresión y sentimientos de angustia con lazos energéticos tubos de energía que se crean entre las personas y por los cuales se transfiere energía.
Estos
lazos van de chakra a chakra, uniéndolos todos a las personas con las
que nos relacionamos y principalmente a través del Chakra del Corazón.
Estos casos también suelen suceder en hombres que comparten energía con
mujeres que trabajan el sexo por dinero.
Usted ya debió haber leído o escuchado a alguien decir que después de tener relaciones sexuales, quedó con una sensación de vacío inmenso, una
sensación de soledad que no debería existir, porque alguien estaba
presente físicamente pero no tubo ninguna satisfacción física por el
sexo, esta relación no tubo ningún significado, porque no vino
acompañada por la satisfacción espiritual que da el acto sexual por
amor.
Su Chakra Sexual vibró intensamente, pero su Chakra Cardíaco no fue alcanzado.
Y
si empezamos por la palabra sexo, que viene de seis, la unión de dos
veces tres, que son, el cuerpo físico, emocional y espiritual de la
mujer, con el cuerpo físico, emocional y espiritual del hombre, que se
unen sin que podamos hacer nada para oponernos, siempre y cuando haya
penetración entre un hombre y una mujer, entonces, el aura que es el
campo energético que tenemos y que no se puede romper con nada (a menos
que nosotros demos permiso a entidades energéticas de entrar en el) se
une a la del compañero, formando un solo globo, una sola aura mientras
se realiza el acto sexual, que es el verdadero matrimonio y lo que
energéticamente se considera la unión eterna de dos seres que se aman y
quieren compartirlo todo con la persona que eligieron.
Cuando unimos las auras con alguien, así haya sido una vez en la vida, juntamos karmas, energía, luz, vibración, conocimiento, larvas (vampiros energéticos que se nos plasman) etc.…
Esto es algo hermoso cuando estamos realmente enamorados y
queremos pasar con esta persona el resto de nuestros días, ya que
cuando amamos realmente queremos compartir lo bueno y lo malo con
nuestra pareja, pero cuando solo fue un acto de placer, o de una noche,
ya no es tan agradable, ya que de la misma forma unimos todo lo
mencionado y esta unión energética dura siete años, a partir de la ultima relación sexual, ¡así es!, ¡siete largos años! en
que el lazo no se rompe, y en que seguimos unidos de forma energética y
karmika con todo aquel con quien hemos compartido nuestra cama, nuestro
espacio y nuestro cuerpo energético.
Es
importante que cada uno de nosotros se esfuerce por desarrollar su
nivel sexual, ya que de este modo ayudaremos a crear una cultura más
humana en la que vivir. Del mismo modo que los individuos aprenden a
alcanzar la plenitud, también lo hace el mundo como un todo. A menudo pensamos en el karma sexual en relación con el modo en que actúa el individuo.También
existe karma en la inacción. La energía sexual es muy sutil y se
desplaza rápidamente a través del cuerpo. La energía mental es más
tosca, y su movimiento más lento permite a las personas pensar con
claridad.
Cuando un individuo siente la necesidad fisiológica de liberar energía sexual, y la inhibe por cualquier razón psicológica es
posible que la energía sexual se desborde y pase a los centros
mentales. Esto provoca irritación, pensamientos confusos, enojo, ideas
retorcidas y una gran cantidad de reflexiones irracionales. Es importante que el individuo conozca sus necesidades sexuales, a fin de poder mantener el equilibrio entre las energías sexuales y otras energías vitales.
Cuando una pequeña cantidad de energía sexual fluye incontenible hacia los centros mentales, genera
esperanza, estimula los procesos mentales y da al individuo el
incentivo necesario para hacer cosas de las que no se habría creído
capaz. Cuando por el cuerpo no fluye prácticamente energía
sexual alguna, el ser se ve invadido por una sensación generalizada de
letargo, lo que puede desembocar en la pereza y la depresión.
Es
un placer estar con personas sexualmente equilibradas, pues por lo
general son felices, parecen vivir con los pies bien firmes sobre la
tierra, y son capaces de contribuir a la sociedad. Las personas que no
equilibran la energía sexual van por el mundo con sentimientos de
culpabilidad, temores, tensiones, dolores corporales, dificultad en el
dinero y nunca pueden alcanzar sus metas; son, en suma, una carga para
sus familiares, para sus amigos y para la sociedad.
La
orientación de la vida de una persona viene determinada por el nivel de
energía sexual en el que vibra, y por el modo en que la maneja. Con el
tiempo descubrimos que, en lugar de ser una de las partes más infames de
la vida, el sexo es, en realidad, la más natural; y el equilibrio capaz
de integrar el yo inferior con el superior
Cuando unimos nuestra energía de este modo, también damos nuestro poder y vibración de vidas a la otra persona, creando lo que antiguamente llamaban puentes de poder.Para el descanso de todos quiero compartirles que hay una cura… el amor en pareja es capaz de quemar y trasmutar lo que sea!.