Es el primer alimento natural para los bebés
Les proporciona toda la energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros 6 meses de vida y contribuye a disminuir la desnutrición infantil.
Su producción no genera contaminantes
Las fórmulas están elaboradas con leche de vaca. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) revela que el sector ganadero genera el 18% de los gases contaminantes, incluso más que el sector del transporte.
Retrasa la menstruación en las madres
Las mujeres que están amamantando al 100% no ovulan antes de los 6 meses o más, lo cual además de servir como anticonceptivo, también evita el uso de compresas y tampones que generan un gasto de materias primas y energía.
Evita el consumo de recursos no renovables
Al darse directamente del pecho, la leche materna no necesita calentarse en la estufa, por lo que no consume combustible como el gas.
No necesita utensilios para ser usada
Al ser producida por la madre, no requiere de envases que sean elaborados a partir de sustancias que pueden dañar el medio ambiente, como es el caso del petróleo.
Tampoco genera la producción de toxinas
La producción e incineración de millones de biberones que son de plástico y hule pueden generar dioxinas que son cancerígenas.
Evita el agotamiento de recursos naturales
No hay que transportarla ni gastar electricidad o gas para alimentar al bebé. Contribuye de esta forma a evitar el calentamiento global.
