Los dolores de cabeza, la distensión abdominal, los trastornos digestivos y algunos problemas de la piel tienen origen en el hígado.
Mantener limpio este importante órgano del cuerpo es indispensable para que el sistema digestivo pueda trabajar sin sobrecargarse y en consecuencia todo tu organismo funcione correctamente. Te damos cinco recomendaciones para mantenerlo hidratado y para que logres establecer una dieta sana que no irrite o cargue tu hígado más de la cuenta.1. Mucho líquido: beber bastante agua, jugos naturales de frutas y té contribuye a que el hígado permanezca hidratado. Sólo debes tener en cuenta que no debes ingerir estas bebidas demasiado frías pues el choque de temperaturas podría generar irritación o dolor agudo.
Si estás cambiando tus hábitos de alimentación porque ya presentas molestias en el hígado, la recomendación es que lo limpies comiendo sólo pequeñas y ligeras porciones de sopas de verduras, cremas y coladas con las proteínas molidas.
Una vez que los malestares han comenzado a disminuir, puedes incorporar a tu dieta purés de verduras o papa, y frutas no ácidas o cítricas como durazno, pera, banano o manzana preparadas de la misma manera. Recuerda que lo importante es que comas por lo menos seis veces al día pero porciones pequeñas que le permitan a tu organismo digerirlas rápidamente.
2. Proteínas: en cuanto a las carnes, es indispensable para mantener el ritmo de desintoxicación que prefieras el pollo o los pescados preparados sin adicionarles grasa y en lo posible retirándoles la piel antes de la cocción. Si definitivamente no puedes vivir sin probar la carne roja, entonces opta por la de res muy magra preparada a la plancha y sin ningún tipo de condimento o grasa extra.
Deja por fuera de tu dieta las vísceras, los mariscos, los productos embutidos, la carne de cerdo y de cordero y la yema de los huevos. Estos alimentos obligan a tu sistema digestivo a trabajar en exceso.
3. Lácteos: definitivamente no es aconsejable eliminar de tu dieta los productos lácteos, lo importante es aprender a elegir los que mejor asimila tu organismo. En este sentido, la recomendación es tomar leche y yogurt elaborados con leches descremadas (y deslactosadas si eres intolerante a la lactosa) en pequeñas cantidades. En cuanto a los quesos, lo ideal es que consumas los descremados y que no los calientes ni los adiciones gratinados a otras preparaciones.
4. Verduras: la zanahoria, la auyama y la remolacha son en principio buenas opciones para llevar una dieta que ayude a limpiar el hígado. Luego de que sientas que tu organismo está trabajando mejor, puedes incorporar a tu menú la zanahoria, las acelgas y las papas en cuadritos –no fritas–. Evita comer coliflor, repollo, rábano, ajo, cebolla y legumbres como fríjol, garbanzo, etc.
5. Muy poco: procura consumir en mínimas cantidades alcohol, café, chocolate, dulces preparados con leche, harinas procesadas y grasas saturadas porque estos alimentos irritan el hígado y lo obligan a trabajar de más.