Tiene un sabor agradable, es cremosa y está entre
nosotros desde hace cientos de años.
Recientemente, la leche de
almendras “explotó”: la encontramos en distintas variantes, fortificadas
o naturales, con grasa o sin ella, con azúcar o dietética.
Nada de “leche”
“Primero lo primero. Los extractos de almendras no son leche, por más blancos que sean. Esta palabra, al menos en el código alimentario argentino, se reserva para el producto obtenido de mamíferos. El que quiera beber leche va a tener que ordeñarla”, señaló a Yahoo Mujer el Dr. Edgardo Ridner, expresidente de la Sociedad Argentina de Nutrición.
Explicó que esta bebida se hace procesando de diferentes formas las almendras, junto con algún saborizante, por ejemplo, de vainilla. “Es deliciosa, pero la moda sigue la tendencia de atribuir a los sucedáneos de la leche propiedades mágicas que no tienen”, advirtió el experto.
¿Qué contiene la leche de almendras?
¿Por qué se ha vuelto tan famosa? Tal como describe el sitio de la Fundación Livestrong, en contraste con la leche vacuna descremada, la de almendras es aún más baja en grasas y calorías. Un vaso de la misma, con sabor a vainilla y azúcar, contiene alrededor de 90 calorías y 2,5 gramos (0,09 oz) de grasa, contra las 120 calorías y 5 gramos (0,2 oz) de grasa en un vaso de leche de vaca.
Aparte, el sitio mencionado destaca que como la leche de almendras no es un producto animal, no aporta grasas saturadas ni colesterol, lo que la convierte en una aliada de las personas que deben llevar un régimen que carezca de estos componentes.
¿Cuáles son entonces sus deficiencias? Según Livestrong, esta bebida de moda aporta más carbohidratos que la leche de vaca y ofrece solo un gramo (0,03 oz) de proteína por vaso, en comparación con los 8 gramos (0,3 oz) del lácteo.
“La leche de almendras no es una buena fuente de proteínas y no la recomendaría para niños por debajo de los 2 años”, resaltó a Yahoo Mujer Ximena Jimenez, nutricionista y vocera de la Academia Americana de Nutrición y Dietética. En el caso de los adultos, la experta recomendó las versiones sin azúcar y fortificadas con calcio, potasio, y vitaminas A y D.
Reemplazo ¿no apto?
Existe polémica sobre el consumo de leche de almendras en lugar de leche animal. Para Ridner, “no es un reemplazo lógico, porque no es fuente de calcio y tiene poca proteína”. Añadió: “podríamos considerarla una bebida agradable, con pocas calorías, que no hace mal a nadie. Pero no es parte de una alimentación completa, solamente un entretenimiento”.
Jimenez coincidió en que si persigues los beneficios proteicos de la leche, la de soya se postula como tu única opción. No obstante, la experta sí destacó algunos beneficios del “jugo” de almendras que ayudarían a explicar su popularidad: “Para las personas veganas, intolerantes a la lactosa, alérgicas a la leche de vaca o sensibles a la soya, esta bebida constituye una buena alternativa”. Añadió que muchos veganos y vegetarianos que se abstienen de los lácteos encuentran la leche de almendras muy versátil, además de que el sabor es agradable.
¿Cuál de estas 'leches' prefieres? / Fotos: Thinkstock
¿Probaste la leche de almendras? Recuerda consultar con tu médico antes de implementar cambios en tu alimentación.