El yogur es un alimento muy completo, además de tener vitaminas A, D y minerales como el calcio,
sus nutrientes sufren una predigestión gracias a la accción de las
bacterias y esto hace que sea un alimento fácil de tomar y muy
digestivo. Dicho esto veremos cómo hacer yogur en casa de manera sencilla.
Esto
además de ser muy sencillo de hacer, seguro y económico, evita un
montón de embalaje es espantoso ver los yogures en el supermercado, por
ejemplo 12 yogures individuales en envases de plástico, con sello de
aluminio y como si todo ese embalaje no fuese suficiente suelen estar
envueltos en un cartón con una impresión a todo color, todo muy
innecesario, ocasionando un montón de desperdicios y gasto de energía y
materiales, al realizar el proceso en nuestra casa ahorramos y reducimos
nuestra huella ecológica, y como beneficio extra sabemos lo que contiene, y evitamos
todos los conservantes, almidones y otras cosas que ponen las
industrias para asegurarse un producto duradero y homogéneo, que mundo
tan al revés.
Ingredientes:
Un
litro de leche, un yogur natural y leche en polvo. La leche podéis
elegir vosotros, desnatada si os preocupan las calorías o entera. El
yogur nos va a proporcionar los microorganismos que transformarán la
leche en yogur por fermentación, y la leche en polvo dará consistencia y
textura característica al yogur, si no lo echáis simplemente tendremos
un yogur mas líquido. Consideraciones, si los productos utilizados son
ecológicos el resultado final también lo sera, la leche si es cruda
mejor, si no conseguimos no utilizar leche ultra pasteurizada, usar la
pasteurizada normal. También podemos agregar zumos y otros ingredientes
para saborizar los yogures.
Proceso:
Se
calienta la leche hasta que esté tibia, no hace falta que rompa a
hervir. Se echan 2-3 cucharadas de leche en polvo para darle textura,
se mezcla bien y a continuación se echa el yogur, volvemos a mezclar
hasta que todo esté homogéneo y tapamos manteniendo la temperatura
durante 6-8 horas.
Temperatura:
Lo
óptimo es que la mezcla esté a 40-45º centígramos, para eso, si no
tenemos una yogurtera (las hay muy baratas y gastan muy poca energía)
podemos poner la mezcla (siempre tapada), en una zona caliente, por
ejemplo al lado de un radiador, o meterla al baño maría con fuego muy,
flojo otra forma es ponerla en un contenedor térmico, dentro de una
caja, o sea cualquier tipo de elemento que dispongamos a mano para que
no pierda calor. A esta temperatura las bacterias convierten la lactosa
en ácido láctico y esta acidificación del medio hace que las proteínas
de la leche coagulen y se forme la textura características del yogur.
Después,
y cuando notemos que ya se tiene la textura del yogur, metemos en el
frigorífico una vez este a temperatura ambiente para detener la
fermentación y en un par de horas estará listo para tomar. Fácil y
sencillo obtener yogur en casa, al que podemos añadirle frutas o frutos
secos para tener una merienda o desayuno perfecto.