¿Adelgazar es lo mismo que perder peso?
Aunque podría sonar a lo mismo, existe una gran diferencia entre ADELGAZAR Y BAJAR DE PESO.
El
ideal es adelgazar poniéndonos metas reales y realizables a mediano y
largo plazo, a través de una dieta que proponga una alimentación
equilibrada y que sea fácil de mantener en el tiempo. Además, debemos
comer en cantidades moderadas, con horarios que mantengan niveles
adecuados de nutrientes en nuestra sangre a lo largo del día. De esa
forma aseguraremos llegar al peso ideal rebajando grasa dañina, y
generando nuevo tejido muscular. Una dieta equilibrada debe incluir
proteínas bajas en grasa, carbohidratos de lenta absorción (como frutas y
verduras), y grasas buenas (frutos secos, aceite de oliva, paltas, y
aceitunas entre otros), en cada una de las comidas que hagamos en el
día.
¿Cómo saber si realmente vamos por buen camino?
Al cambiar de hábitos alimentarios deberemos ir reduciendo la talla, y deberíamos tener mas energía y no “pasar hambre” (al estabilizar la insulina en nuestra sangre, aseguramos el combustible del cerebro, quien entonces no se queja pidiéndonos comida).
Nuestra
capacidad física e intelectual responde en forma directa a nuestra
alimentación. Una alimentación que se ajuste a nuestros requerimientos
específicos (de acuerdo a nuestra edad, sexo, actividad física, estados
fisiológicos especiales como embarazo, lactancia, etapas de crecimiento,
etc) asegura el poder alcanzar el óptimo de nuestro potencial genético,
tanto física como intelectualmente.
Bioquímicamente
la especie humana es incapaz de perder más que medio kilo de grasa a la
semana. Existen infinidades de dietas relámpago para bajar de peso,
pero lo que hacen normalmente es hacernos perder masa magra, es decir,
bajamos kilos de músculo y de agua, y en la mayoría de las ocasiones no
rebajan la cuota de grasa extra que tanto nos preocupa…Además dañan
nuestra salud dejándonos más propensos a enfermedades infecciosas,
cambios de humor repentinos y depresiones, bajando nuestro rendimiento
intelectual, tanto en adultos como en niños en el colegio. Otro gran
inconveniente de las “dietas express”, es que muchas veces exigen
comidas exóticas, con ingredientes difíciles de encontrar o recetas
difíciles o trabajosas de preparar; por lo que tienen altas
probabilidades de ser abortadas al poco tiempo, y además tienen un gran
efecto rebote. Las personas hacen aquellas dietas que les prometen bajar
muchos kilos en poco tiempo, y al volver a retomar sus hábitos
alimentarios, no sólo vuelven a ganar los kilos que perdieron, sino que
ganan otros nuevos como resultado del impacto que generan esas
“agresiones alimenticias ” a nuestro cuerpo. No es difícil entender que
el cuerpo necesita llegar a un equilibrio para estar saludable, llegar
al peso ideal, y mantenerlo en el tiempo. Todo alimento que comamos es
“química”, y altera para bien o para mal nuestra química interna.
Debemos entonces tratar de mantener una alimentación equilibrada y
adecuada en cantidades (si comemos equilibrado, pero en mucha cantidad
también nos enfermamos y engordamos!!) cambiando hábitos y conductas
alimentarias, a través de un sistema que podamos mantener en el tiempo.