Las mujeres que tuvieron una cesárea pueden optar por un segundo parto natural, aunque un pequeño estudio sugiere que a veces toman esa decisión sin recibir toda la información necesaria.
Antes, los médicos pensaban que cuando una mujer tenía una
cesárea tendría que repetir la cirugía en el resto de los
partos, principalmente por la idea de que la cicatriz uterina
podría abrirse durante el parto vaginal.
Ahora, los expertos aseguran que el parto vaginal tiene
ventajas para las mujeres que tuvieron una cesárea: la reducción
de la internación, la recuperación y el riesgo de tener ciertas
complicaciones, como el sangrado excesivo y la infección.
Pero un nuevo estudio demuestra que las mujeres lo
ignorarían antes de decidir entre una segunda cesárea o lo que
los médicos llaman un "ensayo de trabajo de parto".
Los autores hallaron que casi tres cuartos de las mujeres
que habían optado por una cesárea desconocía cuál sería el
riesgo de una ruptura uterina con el trabajo de parto. En
promedio, ese riesgo es bajo, de entre el 0,5 y el 1 por ciento.
La mayoría también ignoraba que la cesárea conlleva un
riesgo relativamente alto de trastornos respiratorios en los
recién nacidos y de mortalidad materna.
Afortunadamente, las complicaciones graves rara vez ocurren,
sin importar el tipo de parto elegido, indicó la doctora Sarah
N. Bernstein, que dirigió el estudio.
"El punto no es decir qué opción es mejor que la otra", dijo
Bernstein, del Centro Hospitalario St-Luke-Roosevelt, de esta
ciudad, cuando realizó el estudio. "Ambas son opciones seguras",
agregó. Aun así, consideró que las mujeres deben decidir con la
mayor información posible.
Los resultados publicados en American Journal of Obstetrics
& Gynecology surgen de una encuesta a 155 mujeres con una
primera cesárea y que eran candidatas para un ensayo de trabajo
de parto.
Del total, 87 ya habían optado por un parto vaginal,
mientras que 68 querían una segunda cesárea. A ambos grupos les
costó responder la encuesta.
Por ejemplo: se estima que el ensayo de trabajo de parto da
resultado en el 60-80 por ciento de los casos (el médico no debe
interrumpir el proceso para hacer una cesárea). Pero sólo el 4
por ciento de las mujeres que quería una nueva cesárea marcó la
tasa de éxito correcta de una lista de opciones y la mayoría (73
por ciento) ni siquiera adivinó cuál sería.
Sólo el 13 por ciento de las participantes que realizó un
ensayo de trabajo de parto señaló la respuesta correcta; el 54
por ciento dijo que la ignoraba. Y sólo el 40 por ciento de las
mujeres que había optado por una segunda cesárea sabía que la
recuperación es más prolongada.
Muchos países tienen una alta tasa de cesáreas. En Estados
Unidos, es un tercio de todos los partos. Esa es una cifra muy
elevada, algo en lo que todos los especialistas coinciden. Los
motivos son varios. En su momento influyó el aumento de los
nacimientos múltiples y, más recientemente, el deseo de
programar el parto.
Para la autora, lo importante para las mujeres es preguntar.
"Hay que tener una buena conversación con el obstetra sobre las
opciones disponibles. No sólo utilizar Internet o escuchar a las
amigas", finalizó Bernstein.
FUENTE: American Journal of Obstetrics & Gynecology, on