Una de las estrategias claves para ganarle la batalla a la balanza
es intentar medir las porciones de tus alimentos.
Los National Institutes of Health ofrecen estos simples consejos para que midas el tamaño de las porciones de tus alimentos usando la mano y objetos cotidianos.
Teniendo eso en cuenta, te dejamos algunos consejos para ayudarte a controlar el tamaño de las porciones:
Los National Institutes of Health ofrecen estos simples consejos para que midas el tamaño de las porciones de tus alimentos usando la mano y objetos cotidianos.
- Pescado: una porción de 3 oz de pescado equivale al tamaño de una chequera.
- Carnes y aves: una porción equivale aproximadamente al tamaño de la palma de la mano o al de un mazo de cartas.
- Frutas y verduras: una taza de fruta o verduras cortadas equivale más o menos al puño de una mujer o al tamaño de una pelota de béisbol.
- Frutas secas y nueces: un cuarto de taza equivale al tamaño de una pelota de golf.
- Helado: Media taza equivale más o menos al tamaño de una pelota de tenis.
Teniendo eso en cuenta, te dejamos algunos consejos para ayudarte a controlar el tamaño de las porciones:
- Sirve la comida en un plato: Suena simple, pero cuando comes directamente de la bolsa puedes terminar comiendo en exceso. Es fácil subestimar el tamaño de las porciones, ¡aun para un nutricionista! Procura servir la porción indicada en la información nutricional de la etiqueta.
- Llena la mitad de tu plato con frutas y verduras coloridas: Las frutas y verduras contienen 2 nutrientes claves que te ayudan a sentir más satisfecha y comer menos: agua y fibra.
- Utiliza platos más pequeños: También suena fácil de hacer; pero, aunque no lo creas, al usar platos más pequeños, terminarás sirviéndote porciones más chicas.
- Come por intuición: Esta es mi estrategia favorita. Al tomarte tú tiempo y disfrutar cada bocado de comida es posible que te sientas lleno con menos comida. Cuando comes realizando otra actividad es fácil perder la cuenta de cuánto comes.