Nadie
engorda por que se como una galleta o un trozo de chocolate, las
personas engordan por que se comen el paquete entero de galletas o una
gran barra de chocolate.
No
existe una comida mala si se consume con moderación. Ya sea que prepare
su comida en casa o coma fuera en el restaurante, aprenda a estimar las
porciones de su comida.
La
mayoría de las porciones que nos servimos en nuestros platos superan
con creces el tamaño normal de una porción, de manera que todos estamos
comiendo calorías adicionales que no necesitamos. Sin embargo, con un
poco de esfuerzo, podemos tener todo bajo control. Si reducimos las
raciones, reduciremos la cintura.
¿Cómo medimos?
Muchas personas sufren de lo que los dietistas llaman "distorsión de la porción"
“La
mayoría de las personas tiene problemas con el control de las
porciones", aseguró Sandra Hannum, dietista e investigadora retirada de
la Universidad de Illinois en Urbana Champaign.
Determinar
qué constituye una porción saludable no es fácil hoy en día, cuando los
restaurantes sirven a una persona suficiente para dos y los fabricantes
tientan a los consumidores con cajas de refrigerios y otros deleites de
tamaños enormes a precios de rebaja. Aún así, según los expertos, si
usted logra dominar el control de las porciones, tiene muchas más
probabilidades de alcanzar el objetivo de su peso, bien sea para perder
kilos indeseables o para mantener un peso saludable.
"El
control de las porciones tiene mucho que ver con el control del peso",
aseguró Lola O'Rourke, dietista de Seattle, consultora en nutrición y
vocera de la American Dietetic Association. "Si la gente redujera
simplemente sus porciones en una tercera parte, reduciría una cantidad
enorme de calorías".
Prestarle
atención a los tamaños de las porciones puede hacer que un programa
para perder éxito tenga éxito, como lo estableció Hannum en sus estudios
de investigación.
En
uno, le dio seguimiento a dos grupos de personas que hacían dieta, la
mitad de los cuales recibieron comidas cuyas porciones eran controladas y
la otra mitad no. En un proyecto participaron 60 hombres y 60 mujeres.
Les pidió a las mujeres que consumieran unas 1,365 calorías diarias y a
los hombres 1,700, cantidades típicas en dietas para perder peso. Sin
embargo, a la mitad de los hombres y a la mitad de las mujeres se les
suministraron comidas previamente empacadas de arroz y carne y se les
pidió que agregaran dos ensaladas grandes diarias, frutas y dos vasos de
leche descremada. En el otro estudio, los participantes eligieron sus
propias porciones y alimentos luego de que se les informara acerca de
opciones saludables.
Cada
grupo siguió instrucciones de tal manera que sus dietas fueran de 55
por ciento carbohidratos, 25 por ciento proteínas y 20 por ciento grasa.
Después
de ocho semanas, las mujeres que seguían las dietas de porciones
controladas perdieron 12 libras (poco más de 5 kg.), pero las que
eligieron sus propias porciones perdieron apenas 8 (poco más de 3 kilos y
medio). Los hombres con las dietas de porciones controladas perdieron
16 libras (poco más de 7 kg.), mientras que los otros perdieron 11 (casi
5 kg.), aseguró Hannum, cuyos estudios fueron publicados en Obesity y
en Diabetes, Obesity and Metabolism.
"Las dietas eran exactamente
iguales en cuanto a las proteínas, las grasas y los carbohidratos",
aseguró. "Esperábamos ver una diferencia (en la pérdida de peso), pero
nos sorprendió el tamaño de esa diferencia".
¿Hay otras maneras de controlar las porciones?
Estar
concienciados es el primer paso. Según el National Heart, Lung, and
Blood Institute, que publica información sobre la educación respecto a
las porciones, los tamaños han cambiado dramáticamente en los últimos 20
años. Un panecillo típico, por ejemplo, ha aumentado de un diámetro de 3
pulgadas (poco menos de 8 cms.) a 6 (poco más de 15 cms.), y las
calorías pasaron de 140 a 350. Hace 20 años, una hamburguesa con queso
tenía unas 333 calorías, mientras que hoy probablemente tenga 590.
También hace 20 años, una porción de refresco tenía 6.5 onzas (192 ml.) y
85 calorías, pero hoy con frecuencia tiene 20 (591 ml.) y 250 calorías.
Para
controlar las porciones al salir a comer, O'Rourke recomienda compartir
con otra persona la comida o pedir solamente un aperitivo y una
ensalada. También puede, simplemente, pedir una porción más pequeña o
pedir una "bolsita para el perro" y guardar la otra mitad para después.
Otro truco es usar un plato más pequeño y servirse uno mismo.
Y
aunque algunas personas utilizan una báscula de cocina para preparar su
comida, muchos consideran que es una complicación, explicaron O'Rourke y
Hannum. "De todos modos, sigue siendo una herramienta muy útil para
mantener el control", sostuvo Hannum.
Si
la báscula es demasiada complicación, O'Rourke sugirió aprender a
visualizar el tamaño de una porción. Por ejemplo, una taza de cereal es
del tamaño de su puño. Una taza de ensalada verde es más o menos del
tamaño de una pelota de béisbol. Una cucharada de margarina es más o
menos del tamaño de un dado. Dos cucharadas de mantequilla de maní son
más o menos del tamaño de una pelota de ping pong. Además, una porción
de 3 onzas (85 g.) de carne, pollo o pescado, son más o menos del tamaño
de un naipe, concluyó.
El Harvard Women’s Health Watch ofrece algunos consejos para mantener las porciones en proporción:
• Entrena tu ojo: Medir las raciones (no las porciones) de los alimentos que frecuentemente comes hace que conozcas a simple vista como luce una ración.
• Cambia la vajilla: Utiliza un tazón pequeño, una taza de cereales o un plato pequeño para la cena.
• Controla las porciones en el hogar: Para desalentar las “segundas rondas”, sirve la comida en la cocina y llévala a la mesa en los platos.
• Come en intervalos regulares a lo largo del día: Si esperas hasta que te de hambre, es muy probable que ingieras de más en la próxima comida.
En
la edición de noviembre de 2007 del Harvard Women’s Health Watch se
denota que tendemos a tratar las porciones como equivalentes de las
raciones nutricionales. Una ración es una cantidad específica de comida
designada con unas necesidades básicas de nutrición. Sin embargo, una
porción -la cantidad que actualmente tenemos en el plato, en el empaque o
en la caja- es frecuentemente mucho más grande. Casi nunca leemos las
etiquetas nutricionales y podemos terminar comiendo dos o tres raciones
por valor. Los estudios sugieren que podemos estar satisfechos con
porciones más pequeñas si las grandes no fueran tan fáciles de
conseguir. Otras investigaciones han demostrado que mientras más
abundante sea la comida, más comemos.• Entrena tu ojo: Medir las raciones (no las porciones) de los alimentos que frecuentemente comes hace que conozcas a simple vista como luce una ración.
• Cambia la vajilla: Utiliza un tazón pequeño, una taza de cereales o un plato pequeño para la cena.
• Controla las porciones en el hogar: Para desalentar las “segundas rondas”, sirve la comida en la cocina y llévala a la mesa en los platos.
• Come en intervalos regulares a lo largo del día: Si esperas hasta que te de hambre, es muy probable que ingieras de más en la próxima comida.