Los diez grandes gigantes de la
industria alimentaria emiten juntos una cantidad de gases de efecto
invernadero mayor que la mayoría de países del mundo, según denunció este lunes la organización
Oxfam en un informe en el que pide a estas empresas un mayor compromiso
para reducir su impacto ambiental.
Regeneración, 20 de mayo 2014.-La organización asegura que las emisiones combinadas de Associated British Foods, Coca-Cola, Danone, General Mills, Kellogg, Mars, Mondelez International, Nestlé, PespiCo y Unilever totalizan 263,7 millones anuales de toneladas de gases causantes del efecto invernadero, cifra equivalente a las del vigésimo quinto Estado más contaminante del mundo y superan a las de Finlandia,
Suecia, Dinamarca y Noruega
juntos.
Oxfam afirma que las “10 Grandes” –Associated British Foods,
Coca-Cola, Danone, General Mills, Kellogg’s, Mars, Mondelez
International, Nestlé, PepsiCo y Unilever– deberían ser capaces de
reducir sus emisiones combinadas en 80 millones de toneladas más para
2020.
Esto equivaldría a retirar de la circulación todos los coches de
Los Ángeles, Oxfam publica hoy De brazos cruzados, un nuevo informe elaborado en el marco de su campaña Tras la marca que
analiza las políticas sociales y medioambientales de las diez mayores
empresas de alimentación y bebidas del mundo. A través de anteriores
acciones enmarcadas en esta campaña, hemos logrado convencer a algunas
de ellas de que adopten políticas más sólidas contra el acaparamiento de
tierras y para mejorar los derechos de las mujeres.
Negligencia ante las emisiones agrícolas
Juntas, las “10 Grandes” emiten 263,7
millones de toneladas de gases de efecto invernadero; más que Finlandia,
Suecia, Dinamarca y Noruega juntos. Las emisiones derivadas de sus actividades
ascienden a 29,8 millones de toneladas. Del total de las emisiones,
aproximadamente la mitad proceden de la producción de materiales
agrícolas en sus cadenas de suministro. No obstante, los objetivos de
reducción fijados por las empresas no incluyen estas emisiones. Así,
Oxfam considera que las empresas están siendo especialmente negligentes
en relación a las emisiones agrícolas.
El cambio climático
contribuye a alterar los patrones meteorológicos, así como al
incremento de las tormentas, las inundaciones y las sequías. Esto afecta
negativamente a las reservas de alimentos, provocando un aumento de sus
precios y generando más hambre y pobreza. Especialistas en la materia
predicen que para el año 2050, 50 millones de personas más padecerán
hambre a causa del cambio climático.
El cambio climático y su relación con el aumento del precio de los alimentos
Algunas de las “10 Grandes” ya han
admitido que el cambio climático les está perjudicando
económicamente. Unilever ha señalado que pierde 415 millones de dólares
anualmente, mientras General Mills ha afirmado que, sólo durante el
primer trimestre de este año fiscal 2014, ha perdido 62 días de
producción debido al empeoramiento de las condiciones climáticas
extremas como consecuencia del cambio climático. Oxfam prevé que el
precio de algunos de los principales productos de estas empresas, como
Corn Flakes de Kellogg’s o Kix de General Mills, podrían dispararse
hasta un 44% en los próximos 15 años debido a este fenómeno.
Oxfam señala que el sistema alimentario
es responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero
globales y que éstas aumentan a medida que la demanda de alimentos
incrementa. Especialistas apuntan a que si el mundo pretende evitar
superar el umbral de calentamiento
“de seguridad” de 2ºC, para el año 2050 las emisiones derivadas de las
actividades agrícola y forestal deben reducirse a 0 y, de hecho,
convertirse en un “sumidero de carbono” para así eliminar los gases de
efecto invernadero de la atmósfera. Sin embargo, la tendencia general es
la contraria.
“Muchos de los gigantes del sector de la
alimentación y las bebidas simplemente cruzan los dedos esperando que
el cambio climático no afecte al sistema alimentario y a que otros lo
arreglen. Las ’10 Grandes’ generan más de mil millones de dólares cada
día y tienen un gran poder para influenciar las cadenas
agroalimentarias globales. La industria debe hacer mucho más para
conseguir erradicar el hambre en el mundo a la vez que transforman sus
métodos de producción”, subraya la directora ejecutiva de Oxfam, Winnie
Byanyima.
Unilever, Coca-Cola y Nestlé son
relativamente más asertivas en sus políticas y medidas para luchar
contra el cambio climático, aunque aún tienen mucho que mejorar.
Oxfam señala a Kellogg’s y General Mills
como las dos peores empresas en materia de cambio climático y emplaza a
que lideren al sector hacia unas políticas y prácticas más
responsables. Oxfam sugiere que podrían hacer públicos los datos acerca
de sus emisiones agrícolas y los nombres de sus proveedores más
contaminantes, establecer objetivos de reducción de emisiones para sus
cadenas de suministro y hacer un llamamiento a empresas y Gobiernos a
hacer frente a la crisis climática.
La investigación de Oxfam concluye que:
- Todas las “10 Grandes” reconocen la necesidad de reducir las emisiones agrícolas indirectas en sus cadenas de suministro y siete de ellas miden y publican sus emisiones anualmente a través del proyecto Carbon Disclosure Project (excepto Kellogg’s, General Mills y Associated British Foods);
- Sólo Unilever y Coca-Cola han fijado objetivos de reducción de emisiones para sus cadenas de suministro, pero ninguna de las diez se ha comprometido claramente a reducir sus emisiones agrícolas conforme a objetivos específicos.
- Ninguna de las “10 Grandes” obliga a sus proveedores a establecer objetivos de reducción de emisiones.
- Las diez principales empresas de alimentación y bebidas han establecido objetivos para reducir las emisiones derivadas de sus actividades, pero a menudo estos objetivos carecen de base científica y no reflejan la contribución real de estas empresas al problema.
- Varias de estas diez empresas se han comprometido a acabar con la deforestación en sus cadenas de suministro de aceite de palma en un plazo de tiempo muy ambicioso, pero sólo Mars y Nestlé han ampliado estas medidas a otras materias primas que también provocan deforestación y el cambio del uso del suelo.
- Una empresa indonesia que vende aceite de palma a Cargill, proveedor de Kellogg’s, General Mills y otros gigantes de la industria agroalimentaria, está presuntamente involucrada en una quema de terrenos forestales para producir aceite de palma que originó un importante incendio que, por sí sólo, provocó la emisión de tantos gases de efecto invernadero como los que emiten 10,3 millones de coches en un año.
- A excepción de Unilever, Coca-Cola y Mars, los gigantes de la industria de alimentación y bebidas no están tomando medidas suficientes para urgir públicamente a Gobiernos y empresas que hagan más para luchar contra el cambio climático como, por ejemplo, oponerse a posturas perjudiciales o incorrectas que las asociaciones que les representan asumen.
“La industria agroalimentaria tiene el
imperativo moral y la responsabilidad empresarial de incrementar de
manera significativa sus esfuerzos para luchar contra el cambio
climático”, afirma Byanyima. “Las ’10 Grandes’ no están utilizando todo
su poder de forma responsable y sufrirán las consecuencias. Kellogg’s y
General Mills, en especial, no están asumiendo sus
responsabilidades. Estas empresas debería liderar la lucha para evitar
que, como consecuencia del cambio climático, más personas sean víctimas
del hambre. Es hora de que dejen de estar de brazos cruzados.
Información complementaria
PepsiCo Reino Unido se ha comprometido a
reducir las emisiones procedentes de sus cadenas de suministro
agrícolas en un 50% en cinco años. Si las “10 Grandes” replicasen esta
medida, para el año 2020 emitirían, aproximadamente, 80 millones de
toneladas menos de las que emitirán si no modifican sus políticas.