Al beber leche o consumir otros productos lácteos estás también consumiendo hormonas, sangre, colesterol y hasta cancerígenos. Aquí te damos algunas otras razones para evitarlos y algunas nutritivas alternativas.
Muchos de nosotros estamos
acostumbrados a acompañar nuestro desayuno con algún lácteo, ya sea la
leche en nuestro café o cereal, un poco de queso o yogurt con la fruta.
El consumo de lácteos ha sido asociado con ciertos detrimentos para la
salud, por ejemplo los lácteos contienen grandes cantidades de grasas,
colesterol y lactosa que son muy dañinos.
Estas son algunas razones por las que debes dejar de consumir lácteos (o consumirlos en menores cantidades):
- Causa inflamación de los tejidos blandos
La caseína, una proteína en la leche que
es empleada en la producción de algunos pegamentos produce una
inflamación de los tejidos blandos, especialmente en los niños, está
asociada con dificultades respiratorias. En particular, médicos
recomiendan una dieta libre de caseína para niños con autismo.
- Se fermenta en el estomago
La lactosa, el azúcar de la leche, es
muy difícil de ingerir ya que a partir de los dos años de edad nuestros
intestinos producen menos lactasa, la encima que digiere la lactosa. La
inflamación estomacal asociada con el consumo de productos lácteos se
debe a que estos se fermentan en los intestinos, causando problemas
digestivos como hinchazón, gases y otras dificultades.
Estudios han asociado el consumo de productos lácteos con el acné y arrugas en la piel.
- Contiene sangre animal
Los crueles métodos de ordeñar a vacas
comerciales ocupan máquinas que causan heridas en las tetillas, estas
sangran y en ocasiones se infectan. La leche comercial por lo tanto contiene sangre y a veces pus. A la leche se le agregan químicos para contrarrestar toxinas adicionales.
- Está asociada con el cáncer de próstata
Según estudios recientes,
hombres que consumen grandes cantidades de lácteos tienen un riesgo
mayor del 11% de desarrollar cáncer de próstata según un estudio
reciente, para los hombres de más de 60 años el riesgo es mayor.
Claro que no todo está perdido para los
amantes de los lácteos, hay muchas deliciosas alternativas a la leche y
los riesgos de consumir lácteos generalmente están asociados con grandes
cantidades, así que un poco de queso o un yoghurt de vez en cuando
probablemente no nos haga daño. Recuerda que para cuidar de tu cuerpo
hay que escucharlo y si sientes que algo te cae pesado lo mejor es
evitarlo en el futuro.
Estás son algunas recetas para preparar deliciosas (y hasta orgánicas) leches a base de semillas y frutos:
http://www.ecoosfera.com/2013/11/te-gusta-beber-leche-entonces-debes-leer-esto/