Con la llegada del buen tiempo, los casos de gastroenteritis son más frecuentes, debido a que se trata de una contaminación por gérmenes que pueden pasar de una persona a otra o bien por alimentos contaminados.
Además hay que tener en cuenta que no todas las personas son igual de propensas a sufrir la gastroenteritis. Se conoce que las personas con alteraciones en la acidez gástrica, en la motilidad intestinal o en la flora bacteriana son más propensas a sufrir gastroenteritis.
La gastroenteritis es una afección leve que origina vómitos y diarreas y que remite a los 2 o 3 días. Hay mayor riesgo de sufrirla si abusamos de las grasas y alimentos que irritan el aparato digestivo.
Durante las primeras 24 horas de sufrir gastroenteritis se recomienda sólo tomar líquidos con sales minerales, para evitar la deshidratación. Ya a partir del 2º día se pueden realizar comidas, pero deben ser suaves, y ya a partir del 4º día podemos volver a nuestra rutina diaria de comidas. Si al cabo de 3 días sigue teniendo malestar y fiebre le recomendamos que acuda al médico porque puede tratarse de problemas mayores.
CUIDADO CON ALGUNOS ALIMENTOS
A la hora de cocinar y manipular los alimentos es muy importante tener ciertas precauciones, algunas de ellas son:
- Las cascaras de huevo deben estar limpias y enteras, y antes de cocinarlos se deben lavar y secar con papel de cocina.
- El marisco debe ser fresco y estar bien cocido.
- Los moluscos a hervir una vez abiertos se deben dejar al menos 2 minutos hirviendo.
- Los vegetales deben lavarse bien antes de comer o cocinarlos. Para mejorar el lavado se pueden utilizar productos especificos como el Amukina
- Compra lácteos pasteurizados.
- No dejar salsas fuera de la nevera
- Guardar por separado en el frigorífico los alimentos que están crudos y los que están cocinados.
- La temperatura del frigorífico debe ser menor de 5ºC
- Al cocinar alimentos siempre debemos superar los 70ºC para así matar posibles bacterias que haya en los alimentos, sobre todo en las carnes de ave y cerdo, que son las más propensas.
No existe nada que nos inmunice de sufrir gastroenteritis pero si utilizamos probióticos y prebióticos, las probabilidades de sufrir la infección son mucho menores. De hecho un estudio realizado en la Universidad de Judento en Tokio ha demostrado que la leche fermentada con lactobacilus protege el intestino, previene la gastroenteritis y alivia sus síntomas. La ingesta de lactobacilus aumenta las bacterias buenas del intestino y reduce las malas, lo que fortalece nuestra flora intestinal y reduce los síntomas de la gastroenteritis como los vómitos, diarreas y fiebre.