•Al cambiar de posición debe despegarse una de las manos primero y luego la otra, no se debe perder el contacto de energía con el cuerpo. Funciona mejor con música apropiada para ello que trae en fondo campanillas que suenan cada tres minutos para indicar el cambio de posición..
•Esto nos equilibra los chakras o centros energéticos que son los encargados de distribuir el prana o energía vital y psíquica de nuestro cuerpo sutil y causal a través de una red llamada "nadis".
La mejor manera de iniciarse en la práctica de reiki es comenzar con uno
mismo. Inicialmente reiki puede ser utilizado por la propia persona
como una manera de aprendizaje y familiarización de las posiciones
básicas. Una vez que el principiante haya asimilado convenientemente
dichas posiciones, éstas serán útiles para el propio desarrollo personal
posterior (limpieza, armonización y potenciación).
En la fase de aprendizaje sobre posiciones básicas, el nuevo reikista,
experimentará cómo tocar, iniciándo con su propio cuerpo. Esta será la
mejor forma de desarrollar la propia intuición y la sensibilidad
necesaria para tocar con reiki a otros. Como quiera que la intención en
un inicio es aprender, el practicante tendrá que repetir tantas veces
sea necesaria una o más posiciones sobre su propio cuerpo.
No hay una
posición exacta, fija o estática ni mucho menos parametrada en reiki
(las posiciones reiki son relativas), pero en lo posible éstas se
orientan según la ubicación de los chakras principales y secundarios de
cada persona (centros energéticos que concentran y movilizan las
energías sutiles).
En reiki tocar implica posicionar las manos del operador reiki a una
distancia relativa del cuerpo, ésta puede implicar unos centímetros como
también sobreponerlas en el cuerpo (sobre la piel) o sobre la
vestimenta. Esto dependerá del nivel de confianza e intuición alcanzado
por el reikista.
Reiki puede causar en un inicio “crisis curativa”. Aplicado sobre el
propio cuerpo puede generar cambios en el esquema energético que suelen
traducirse en sintomatología física semajante a fiebre, náusea, malestar
corporal o cambios en el estado de humor. Normalmente ésta crisis de
curación tienen corta duración, con uno o dos días de cambios en el
cuerpo físico y energético. Será oportuno que el practicante logre
reconocer si sucede algún tipo de cambio. En otros casos, las crisis
curativas pasan desapercibidas o con mucha menor intensidad.
Si la
crisis se presenta espontáneamente en el practicante, ésto indicará que
reiki está asimilándose causando los efectos normalmente esperados a
este nivel. La actitud del practicante debe ser de tranquilidad,
comprensión y fundamentalmente esperanza en saber que ésto pasará y que
luego se podrá retomar el aprendizaje de reiki. Finalmente, se dice que
toda crisis curativa se traduce como pasaje de iniciación en reiki (rito
de auto-purificación reiki).
El reikista debe familiarizarse y aplicarse diariamente tratamientos
Reiki, que permitirán que la energía no se ausente o se concentre en
exceso y que ésta se canalice apropiadamente al resto del cuerpo, por
medio de los hilos energéticos (nadis o meridianos) invisibles
presentes.
El autotratamiento permite armonizar la intregridad del ser esencial,
cuerpo, mente y espíritu como uno sólo e indivisible (cada aspecto
interactúa en un plano o dimensión diferente pero son esencialmente uno
solo). Entiéndase armomización como centración o alineamiento de las
energías individuales (ki), con las energís supremas (rei). En reiki
la armonización individual es primordial antes de realizar cualquier
tratamiento externo. Es indispensable que vivamos en armonía con
nosotros mismos, sobre todo, si queremos ayudar a armonizar a los demás,
¿Cómo sanar si no estamos sanos? ¿Cómo armonizar si estamos
desequilibrados?. No se puede dar lo que no se tiene.
Fuente: http://www.takiruna.com