La borraja, borago
officinalis L., es una planta humilde y poco conocida de la Europa
mediterránea.
Esta planta crece silvestre en muchos lugares de tierras
fértiles y húmedas, en los bordes de las carreteras, en las laderas de
las montañas… y se reconoce con facilidad por los pelillos que cubren
sus tallos y sus hojas, así como por las flores de color azul, rosado o
blanco que forma la planta.
El nombre de borraja, según algunos
historiadores, deriva del vocablo latín borra, que significa “pelo”, por
la cantidad de pelillos que cubre toda la planta. Otros autores
afirman, sin embargo, que el nombre de esta verdura procede del árabe
abu rash, que significa “padre del sudor”, en referencia a las
propiedades sudoríficas de la planta, en particular de sus flores.
Los antiguos fitoterapeutas que basaban
sus remedios curativos en los vegetales, recomendaban las flores de
borraja como ayuda eficaz en enfermedades que producían fiebre por su
reconocido efecto sudorífico y depurativo. Sus flores se empleaban por
su efecto cromático, además de por sus propiedades medicinales, como
ingrediente de ensaladas.
En la actualidad, en países como Francia e Italia la borraja se considera una verdura de lujo
y los platos donde es protagonista se presentan como una auténtica
especialidad en restaurantes de prestigio. Sin embargo, en la mayor
parte de España es una verdura desconocida. En la zona norte, la ribera
del Ebro a su paso por Navarra y Aragón concentra regadíos dedicados al
cultivo de borraja. En la provincia de Zaragoza la extensión del regadío
dedicada a su producción supone un 75% y en Navarra representa el 25%
del total nacional, por delante de Huesca y Teruel. También son muchas
las familias que siembran borraja en sus huertos para consumo propio.
SU MEJOR ÉPOCA
A pesar del origen mediterráneo de la
borraja, son pocas las provincias de España donde se cultiva y donde se
consume como cualquier otra verdura. En la zona norte de España es una
verdura muy recurrida en invierno.
De su composición vitamínica es apreciable su aporte de vitamina C y de pro-vitamina A (beta-caroteno), ambas de reconocida acción antioxidante.
El beta-caroteno es un pigmento natural que confiere el color
amarillo-anaranjado-rojizo a los vegetales y que el organismo transforma
en vitamina A en función de sus necesidades. En el caso de la borraja,
el beta-caroteno está enmascarado por la clorofila, pigmento más
abundante.
La vitamina A o retinol contribuye al mantenimiento y
reparación de los tejidos corporales, favorece la resistencia a las
infecciones, es necesaria para el correcto desarrollo del sistema
nervioso y para la visión e interviene en el crecimiento.
También
participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas
sexuales y suprarrenales. Además, es reconocida por su acción
antioxidante, al igual que la vitamina C. Ésta última interviene en la
formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos, además de
favorecer la resistencia a las infecciones y la absorción de ciertos
nutrientes de los alimentos (hierro, ácido fólico y ciertos
aminoácidos).
En la borraja destaca el potasio, el calcio, el sodio y el hierro, además de cantidades discretas de magnesio, zinc y fósforo.
El potasio interviene en la transmisión y generación del impulso
nervioso, en el funcionamiento de la actividad muscular normal, así como
en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.
La planta contiene mucílagos, un tipo de
fibra, y significativas cantidades de flavonoides y taninos, sustancias
responsables de diversas propiedades medicinales de la borraja.
En los manuales de fitoterapia se recomienda el empleo de las flores, de las hojas y del aceite de las semillas de borraja como remedio de diversas dolencias. Pese a sus interesantes cualidades diuréticas, sudoríficas y depurativas, la borraja es una verdura poco conocida y consumida.
Potente diurética y laxante suave
Su riqueza en sales de potasio, junto con los flavonoides y taninos, le confieren a la borraja su carácter diurético y sudorífico. Favorece la producción y eliminación de la orina, por lo que resulta aconsejable para quienes padecen hipertensión arterial, retención de líquidos, hiperuricemia, gota, quienes tienen tendencia a formar cálculos renales y en caso de oliguria
(producción escasa de orina). Además, su consumo produce un ligero
efecto laxante por la fibra, lo que resulta beneficioso en caso de
estreñimiento.
La borraja puede hervirse y tomarse como
verdura. El caldo resultante de la cocción es un buen diurético y
conserva todo el sabor de la planta.
Eficaz sudorífico
Por su abundancia en mucílagos, un tipo
de fibra con acción emoliente, el consumo de borraja está recomendado
para quienes sufren trastornos gástricos, estómago delicado, gastritis, etc.
También resulta beneficioso en infecciones respiratorias de las vías altas como resfriados y catarros, ya que suaviza las mucosas, facilita la expectoración y aumenta la transpiración o producción de calor (acción sudorífica). Por ello está indicada como depurativo en enfermedades infecciosas y febriles (sarampión, varicela) y de las vías respiratorias (tos, resfriado, gripe, bronquitis, faringitis), si bien la acción sudorífica es más intensa en las flores que se utilizan en infusión.
Prevención de enfermedades
El beta-caroteno o provitamina A
destaca en la composición de la borraja, lo que la convierte en una
verdura recomendada para quienes tienen un mayor riesgo de sufrir
carencias de vitamina A. En este grupo se hallan quienes siguen dietas
bajas en grasa o personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas
por distintas razones: periodos de crecimiento, embarazo y
lactancia, tabaquismo, alcoholismo, empleo de anticonceptivos orales y
de diuréticos, estrés, defensas disminuidas, actividad física intensa,
cáncer y Sida o enfermedades inflamatorias crónicas.
Además, la
disponibilidad de beta-caroteno aumenta con la cocción, por lo que la
borraja cocida, una forma habitual de consumirla, sigue siendo buena
fuente de esta provitamina. No ocurre lo mismo con la vitamina C,
también presente en la borraja, cuya concentración se reduce por la
exposición al aire, a la luz o al calor. La provitamina A y la vitamina
son antioxidantes y su aporte adecuado contribuye a neutralizar la acción dañina de los radicales libres, sustancias implicadas en el desarrollo de enfermedades degenerativas, cardiovasculares y cáncer.
El consumo de alimentos ricos en provitamina o vitamina A también se aconseja a personas propensas a padecer infecciones respiratorias (faringitis, laringitis o bronquitis), problemas oculares (fotofobia, sequedad o ceguera nocturna) o con la piel seca y escamosa.
Potencia nuestro sistema de defensas
En las últimas décadas se han acumulado
pruebas que avalan la existencia de una serie de acciones biológicas de
los carotenoides entre las que se incluyen efectos beneficiosos sobre el
sistema inmunológico o de defensas. De esta forma, estas sustancias se
alzan como un importante apoyo para aliviar enfermedades carenciales y
situaciones patológicas.
Regula la función intestinal
Su contenido de fibra le confiere propiedades laxantes. La fibra previene o mejora el estreñimiento, contribuye a reducir las tasas de colesterol en sangre y al buen control de la glucemia (niveles de azúcar en sangre) en las personas que tienen diabetes.
Exceso de peso
La borraja, una de las verduras de menos
valor energético, tiene un hueco especial en la dieta de quienes siguen
dietas de adelgazamiento, siempre que se cocine con poca grasa.
Curiosidades
El aceite que se extrae de las semillas de la borraja
destaca por su riqueza en ácido gamma-linolénico, precursor de
prostaglandinas y tromboxanos. Estas sustancias resultan imprescindibles
para regular diversos procesos metabólicos como la dilatación de vasos
sanguíneos, la reducción de la presión arterial, la inhibición de la agregación plaquetaria, así como la regulación del sistema hormonal y del metabolismo general.
Por sus numerosos efectos positivos, el
aceite de borraja se utiliza en el área médica como coadyuvante en la
prevención de ciertas afecciones: hipertensión, hipercolesterolemia,
dismenorrea y riesgo cardiovascular (arteriosclerosis, trombosis), entre
otras.
Fuente: ecoagricultor.com
Fuente: ecoagricultor.com