El olor a romero ayuda a recordar, y no
sólo lo dice la sabiduría popular, sino la misma ciencia.
Si Shakespeare
ya puso en boca de su Ofelia aquella frase de “Aquí traigo romero, que
es bueno para el recuerdo”, ahora descubrimos que en ella había una
pista acertada sobre su auténtico poder para mejorar la memoria.
El
estudio más reciente sobre esta cuestión ha descubierto que el aceite
esencial de romero permite a las personas acordarse de hacer las cosas,
un hallazgo que completa el realizado por investigaciones anteriores
acerca de su utilidad para evocar el pasado y, en general, para mejorar
la memoria a largo plazo.
Así, tras una serie de pruebas realizadas a personas sanas por un equipo de psicólogos de la Universidad de Northumbria, en Newcastle (Reino Unido), se ha concluido que el aceite esencial de romero aumentaba entre un 60 y un 75 por ciento las probabilidades de recordar hacer cosas tan cotidianas como tomarse un medicamento, acudir a una cita o acordarse de una fecha señalada.
Así, tras una serie de pruebas realizadas a personas sanas por un equipo de psicólogos de la Universidad de Northumbria, en Newcastle (Reino Unido), se ha concluido que el aceite esencial de romero aumentaba entre un 60 y un 75 por ciento las probabilidades de recordar hacer cosas tan cotidianas como tomarse un medicamento, acudir a una cita o acordarse de una fecha señalada.
Ayuda a hacer cálculos mentales
Además
de mejorar la memoria a largo plazo y la capacidad de realizar
ejercicios mentales de aritmética, por lo tanto, este nuevo hallazgo le
atribuye una gran capacidad para fomentar la memoria prospectiva,
convirtiéndolo en un remedio fantástico para la vida moderna, siempre
tan bombardeada de pequeñas tareas.
No
en vano, los participantes del estudio que se encontraban en la
habitación con olor a romero obtuvieron puntuaciones mucho mejores en el
desempeño de este tipo de actividades que precisaban recordarse para su
ejecución. Igualmente, con respecto a los que ocupaban una habitación
de olor neutro, los presentes en la sala perfumada obtuvieron mayores
concentraciones en sangre de 1,8-cineol, un compuesto bioquímico
presente en la sangre que también se encuentra en el aceite esencial de
romero.Muy probablemente ello explique estos resultados, pues estudios
anteriores encontraron que las moléculas volátiles de los aceites
esenciales pueden ser absorbidos por el torrente sanguíneo mediante
inhalación. Sea como fuere, ahora se quieren estudiar estos mismos
efectos en personas con la capacidad congnitiva afectada, concretamente
en individuos con problemas de memoria de distinta gravedad.