Es un tipo de barriga típicamente masculina, muy redonda y dura,
que al tocarla parece un “balón”.
Esta forma tan característica es porque la grasa se acumula a nivel intraabdominal, rodea a las vísceras, sobre todo al hígado aumentando el volumen abdominal y dilatando la pared del abdomen hacia fuera.
La mala noticia es que esta grasa está asociada a alteraciones cardiovasculares metabólicas, normalmente viene acompañada de hipertensión y triglicéridos elevados, la buena noticia es que se elimina de forma relativamente fácil, responde muy bien ante el ejercicio y una alimentación adecuada.
En la imagen de la izquierda puedes observar cómo se va almacenando la grasa en la zona del abdomen, tanto en el interior, como en el exterior.
Plan antibarriga dura
Este tipo de grasa intraabdominal se acumula de forma lenta y progresiva y está muy determinada más que por la ingesta de grasa, por calorías excesivas que generalmente provienen de los azucares simples y el alcohol.
El ejercicio en estos casos no sólo es importante pora reducir la barriga, sino también por salud. Representa una gran herramienta terapéutica. En este caso, el volumen ocupado por la grasa en el abdomen impide hacer abdominales, pero no te preocupes, tampoco los necesitas. Eliminar este tipo de barrigas no es cuestión de hacer series interminables de abdominales, es mucho mas efectivo el trabajo cardiovascular y elevar el gasto metabólico.
Si tu barriga es muy prominente y tienes baja forma física, lo mas seguro es que incluso ya tengas problemas de columna, la zona lumbar tiende a curvarse en exceso por el peso de la barriga, así que ponerse a correr no es la mejor opción.
Comienza por largos paseos o monta en bici, no tendrás impactos y conseguirás quemar calorías al tiempo que mejoras tu nivel de forma física.
Si tu barriga aún no te impide ningún movimiento y no tienes un sobrepeso excesivo, la mejor opción es combinar el entrenamiento de fuerza con el trabajo cardiovascular. Realiza un circuito de tonificación con cargas moderadas y muchas repeticiones, seguido de al menos 30 minutos de trabajo cardiovascular, los resultados serán muy rápidos y sorprendentes, por una parte quemas calorías y por otra elevas el consumo metabólico de tus músculos. Tu cuerpo irá progresivamente consumiendo la grasa intraabdominal para responder a esta demanda.
Como orientación, si quieres conseguir un mínimo de carga de entrenamiento para ver resultados tienes que realizar dos o tres veces a la semana tu circuito de fuerza, mientras que el trabajo cardiovascular debe alcanzar un volumen semanal de entre dos y cuatro horas, puedes realizar 4 días 30 minutos, 3 días 40 minutos, 2 días 60 minutos… te resultará mucho más flexible y ameno que seguir un plan milimetrado.
Esta forma tan característica es porque la grasa se acumula a nivel intraabdominal, rodea a las vísceras, sobre todo al hígado aumentando el volumen abdominal y dilatando la pared del abdomen hacia fuera.
La mala noticia es que esta grasa está asociada a alteraciones cardiovasculares metabólicas, normalmente viene acompañada de hipertensión y triglicéridos elevados, la buena noticia es que se elimina de forma relativamente fácil, responde muy bien ante el ejercicio y una alimentación adecuada.
En la imagen de la izquierda puedes observar cómo se va almacenando la grasa en la zona del abdomen, tanto en el interior, como en el exterior.
Plan antibarriga dura
Este tipo de grasa intraabdominal se acumula de forma lenta y progresiva y está muy determinada más que por la ingesta de grasa, por calorías excesivas que generalmente provienen de los azucares simples y el alcohol.
El ejercicio en estos casos no sólo es importante pora reducir la barriga, sino también por salud. Representa una gran herramienta terapéutica. En este caso, el volumen ocupado por la grasa en el abdomen impide hacer abdominales, pero no te preocupes, tampoco los necesitas. Eliminar este tipo de barrigas no es cuestión de hacer series interminables de abdominales, es mucho mas efectivo el trabajo cardiovascular y elevar el gasto metabólico.
Si tu barriga es muy prominente y tienes baja forma física, lo mas seguro es que incluso ya tengas problemas de columna, la zona lumbar tiende a curvarse en exceso por el peso de la barriga, así que ponerse a correr no es la mejor opción.
Comienza por largos paseos o monta en bici, no tendrás impactos y conseguirás quemar calorías al tiempo que mejoras tu nivel de forma física.
Si tu barriga aún no te impide ningún movimiento y no tienes un sobrepeso excesivo, la mejor opción es combinar el entrenamiento de fuerza con el trabajo cardiovascular. Realiza un circuito de tonificación con cargas moderadas y muchas repeticiones, seguido de al menos 30 minutos de trabajo cardiovascular, los resultados serán muy rápidos y sorprendentes, por una parte quemas calorías y por otra elevas el consumo metabólico de tus músculos. Tu cuerpo irá progresivamente consumiendo la grasa intraabdominal para responder a esta demanda.
Como orientación, si quieres conseguir un mínimo de carga de entrenamiento para ver resultados tienes que realizar dos o tres veces a la semana tu circuito de fuerza, mientras que el trabajo cardiovascular debe alcanzar un volumen semanal de entre dos y cuatro horas, puedes realizar 4 días 30 minutos, 3 días 40 minutos, 2 días 60 minutos… te resultará mucho más flexible y ameno que seguir un plan milimetrado.