Hemos hablado de porque aparece y cuáles son los síntomas de la presbicia, un mal que aparece con los años y que seguramente todos padeceremos, pero para corregirla, es necesario un lente apropiado para cada persona que ayude a converger los rayos que entren en el ojo.
Esto se hace mediante una lente lógicamente convergente (positiva), lo que es razonable, puesto que la presbicia, es un problema de falta de poder de refracción del ojo. Los especialistas recomiendan el uso de anteojos ante los primeros síntomas. La idea de aquellas personas reacias al uso de anteojos, aduciendo que si se acostumbran a ellas ya no podrán soltarlas, no es del todo falsa.
Sin embargo deberán tener presente que una vez que la presbicia se pone de manifiesto, su avance es implacable, y la visión de cerca empeorará cada vez más se usen o no los anteojos. Incluso con el agravante de estar haciendo un esfuerzo suplementario, que el ojo ya no está en situación de soportar.
A su vez dado que el cerebro humano es sumamente sabio, comprobará que con gafas puede ver mucho mejor y con mayor facilidad de cerca, y en ese caso será difícil convencerlo de lo contrario.
Soluciones para corregir la presbicia
Para la corrección de la presbicia se recomiendan lentes apropiados para cada persona, Entre ellas se encuentran: las monofocales que se recomiendan para quienes realizan tareas de visión cercana, durante varias horas seguidas.Las bifocales, permiten leer de cerca y ver de lejos, Se aconsejan para aquellas personas que necesitan alternar entre la visión cercana y la lejana frecuentemente , y por último, las multifocales, que favorecen la visión de ambas situaciones, pero estéticamente no tienen el corte de las bifocales.
Las lentes de contacto son útiles en la corrección de los defectos de graduación pero precisan unas mínimas habilidades para su manejo. Sus limitaciones de uso por actividades y características ópticas son menores, pero son susceptibles de intolerancias, infecciones y problemas específicos de las lentillas.
La cirugía refractiva permite abordar cualquier defecto de graduación y, por tanto, también la presbicia. Tiene sus limitaciones por la edad, estabilidad de procesos y contraindicaciones, pero es un sistema resolutivo y por lo general, definitivo, con una tasa de complicaciones muy baja.
Todos los anteojos correctores precisan un tiempo de adaptación, que en el caso de bifocales y multifocales suelen ser más largos. Por supuesto, que el mejor método será aquel al que se acostumbre mejor cada persona, siendo una elección bastante individual.
Consulte periódicamente a su oftalmólogo de confianza.
