Comúnmente se dice que el desayuno es el alimento más importante del día, es la comida que nos ayuda a comenzar nuestra jornada con energía después de un largo tiempo de inactividad (el sueño) y también es de conocimiento general que desayunar forma parte de un estilo de vida saludable.
Además de lo anterior se tiene la idea de que desayunar nos ayuda para cumplir nuestro objetivo para perder peso, sin embargo una nueva investigación realizada por la universidad de Alabama nos hace pensar que esta idea no es del todo correcta.
Se ha pensado por mucho tiempo que saltarnos el desayuno provoca que tengamos mayor tendencia a "botanear", picar o lo que es lo mismo a consumir comida poco saludable entre nuestros alimentos principales (comida y cena) o a hacer éstos muy abundantes y pesados.
Según la Fundación Británica del Corazón (BHF), brincarnos las comidas, en especial el desayuno, puede hacernos sentir hambrientos y cansados y ponernos deseosos de ingerir comida alta en grasa y calorías para satisfacer la ansiedad por comer, por lo tanto la gente que desayuna mantiene un peso más adecuado que aquella que no lo hace.
La reciente investigación de la universidad de Alabama incluyó a 309 personas entre las que se encontraban gente sana y otras con sobrepeso, a todos ellos se les se le separó en tres grupos, uno de éstos era un grupo en el que debían desayunar antes de las 10 de la mañana, otro grupo debía evitar consumir alimento, y sólo beber agua, hasta las 11 de la mañana y un tercer grupo que debía omitir por completo el desayuno; en un lapso de 16 semanas registrando los pesos de las 309 personas a lo largo de ese tiempo.
Se observó que todas las personas de cada uno de los tres grupos bajaron, en promedio, la misma cantidad de peso por lo que se llegó a la conclusión de que la pérdida de peso no se ve afectada si nos saltamos el desayuno o no.
Sin embargo, y a pesar de que desayunar no tenga importancia alguna para lograr el objetivo de bajar de peso, la mejor idea es siempre realizar el desayuno, ya que de esta manera vamos creando una disciplina que es sumamente importante para llevar una vida sana.
Por ejemplo, si no llevamos horarios lo más fijos posible para realizar nuestras comidas nos será más difícil poder ordenar nuestro día para hacer ejercicio por ejemplo, también puede influir en el consumo de comidas rápidas debido a que al no tener un control del tiempo en ocasiones, y por falta de organización, tendremos que recurrir a este tipo de alimentación poco sana.