MicroCHIPS en colaboración con el MIT y la Fundación Bill y Miranda Gates han revolucionado el panorama de los métodos anticonceptivos con su nueva creación: un anticonceptivo que se instala debajo de la piel y funciona con control remoto.
El avance tecnológico ha tocado a la puerta de los anticonceptivos con la aparición de un nuevo método para reducir la posibilidad de quedarse embarazada, que hará que los descuidos a la hora de suministrárselo sean cosas del pasado.
Se trata de un inédito chip que se implanta bajo la piel del abdomen, las nalgas o el antebrazo y dispensa hormonas sistemáticamente que inhiben la fecundación durante un periodo vigente de 16 años. Lo innovador del dispositivo, aparte de su longevidad y el hecho de no tener que estar pendiente de tomárselo o no cada día, es que no tiene que retirarse cuando la mujer quiera tener hijos.
El anticonceptivo cuenta con un pequeño control que permite activarlo y desactivarlo cuando la futura mamá decida que ha llegado el momento de concebir.
El innovador microchip ha sido desarrollado por la compañía MicroCHIPS en conjunción con investigadores del MIT (Massachussets Institute of Technology) y la Fundación Bill y Melinda Gates. De hecho, la idea original surgió de la mente del cofundador de Microsoft, como asegura la revista MIT Technology Review, cuando en una visita a su amigo Robert Langer en el MIT en 2012, le propuso si no sería posible desarrollar un anticonceptivo que le diese a las mujeres la autonomía suficiente como para poder activarlo y desactivarlo a voluntad sin necesidad de la intervención de un médico.
Dos años después de la charla, la idea de Gates ha cobrado forma en un pequeño chip de dos centímetros de alto y ancho, respectivamente, y siete de grosor que dispensará 30 microgramos diarios de levonorgestrel en el cuerpo de la mujer durante 16 años. Está previsto que las pruebas de control de su efectividad empiecen el próximo año en Estados Unidos con el fin de que en 2018 comience su comercialización.
Todavía no se conocen los datos de cómo se implantará o removerá el dispositivo en el cuerpo de la mujer una vez su fecha de caducidad llegue a su límite. Sin embargo, desde el MIT aseguran que se trata de un método anticonceptivo de fácil colocación, poco invasivo e indoloro.
De ser efectivo, habrá que conocer cuál es el precio de mercado del aparato que, sin duda, reducirá la dependencia de la mujer a la hora de suministrarse el anticonceptivo y ayudará a garantizar una planificación familiar más exitosa.