1. Ayuda a bajar de peso
Sustituir
las bebidas o jugos azucarados por agua es una excelente manera de
reducir el consumo de calorías. Si sustituyes una bebida azucarada de
140 calorías por un vaso de agua al día, en cuatro semanas habrás
consumido 3.920 calorías menos, indica un estudio realizado por la
empresa Brita.
¿Cuándo y cuánto tomar cuando ejercitas?
Según
la Universidad de Clemson: se debe tomar dos vasos de agua dos horas
antes de empezar el ejercicio; uno o dos vasos 15 minutos antes de la
actividad, medio o un vaso cada 15 o 20 minutos, mientras realizas el
ejercicio.
3. Previene enfermedades
Si
una persona no toma agua, puede sufrir de deshidratación, con
consecuencias que van desde un deterioro de las funciones cognitivas a
una pérdida del control motriz. No obstante, beber menos de lo necesario
podría desencadenar enfermedades crónicas, según informa el
Departamento de Agricultura de los Estados Unidos.
Más necesaria que la comida
Para
comprender lo importante que es el consumo de agua, basta con saber que
una persona puede sobrevivir hasta un mes sin comida, pero sólo una
semana sin tomar líquido, explica el Departamento de Salud y Servicios
Humanos de los EU.
4. Te ayuda a mantener el cuerpo hidratado
Sudar
más no quiere decir perder más peso; quiere decir que no estás tomando
suficiente cantidad de agua. Lleva una botella de agua al gimnasio y
llénala con agua del grifo para asegurarte de recibir todos los
beneficios del agua filtrada. ¡Cuánto más intensivo es tu ejercicio, más
agua debes tomar!, enfatiza el estudio de Brita.
El agua, la bebida universal
Estados
Unidos posee uno de los suministros de agua más seguros del mundo.
Aunque la pureza del agua potable –es decir, que puede ser consumida por
las personas y los animales sin riesgo de contraer enfermedades- varía
de un lugar a otro, explican los CDC (Centros de Control y Prevención de
Enfermedades).
5. Te ayuda a tener menos hambre
El
agua es un inhibidor natural del apetito. Beber uno o dos vasos de agua
antes de las comidas puede hacerte sentir satisfecho más rápidamente,
ayudándote así a comer menos.
6. ¡Es gratis!
El
agua de grifo, por lo menos en los Estados Unidos, puede tomarse sin
problemas. En otros países de América Latina, también, aunque depende de
cada lugar. Si donde vives el agua no es recomendable, te saldrá más
económico comprar agua mineral que una gaseosa o un jugo en botella.
También puedes comprar un filtro para el grifo y obtener agua potable.
7. El agua elimina las toxinas
A
través de los pulmones, el hígado y los riñones, el cuerpo se deshace
de las toxinas a diario. Pero para que este mecanismo funcione, el
organismo necesita recibir la hidratación necesaria. Si además,
mantienes una dieta saludable e incluyes fibra en tu menú diario,
lograrás desintoxicar tu cuerpo y ayudarlo a que funcione mejor.
8. Ayuda a mantener la temperatura del cuerpo
En
los días de calor, al beber suficiente agua, el organismo actúa como
una “fuente de refrigeración”. Y al contrario, en los días de frío, si
el cuerpo está bien hidratado, al tomar agua conserva el calor.
9. Mantiene el cuerpo lubricado
El
agua ayuda a los tejidos a mantener su flexibilidad. Tal es el caso del
cerebro, los ojos, la columna vertebral y la médula que son, según
explica la Universidad de Nebraska, las estructuras más sensibles, que
dependen de la “capa protectora” del agua. De esta manera, el agua se
convierte en un verdadero lubricante para las articulaciones.
10. Moviliza la digestión
La
mucosa y los jugos salivares del sistema digestivo contienen agua, que
permite que la comida sea “trasladada” a través del tracto digestivo. De
esta manera, el agua también ayuda a eliminar toxinas, por medio de la
digestión.