No todos somos iguales: hay personas que disfrutan de bailar o nadar, otras que anhelan pasar una hora en el gimnasio cargando pesas y otras que aman la conexión espiritual que ofrecen ciertas prácticas orientales.
Y, si no sabes cuál es el ejercicio que mejor va contigo, comienza a explorar varias posibilidades pues una vida sedentaria no es opción si deseas vitalidad, energía, belleza, bienestar y salud en tu vida diaria.
Explora los principales tipos de ejercicio que existen para descubrir cuál se adapta mejor a tu personalidad. A continuación su descripción, para qué personas son convenientes y para quiénes no:
Aeróbico: Existen 2 categorías básicas, el de alta intensidad y el de baja intensidad. En el primero se encuentran actividades como correr, danzar, andar en bicicleta o jugar futbol; deben practicar estas actividades con moderación personas hipertensas, adultos mayores, personas con obesidad o aquellas que presenten una lesión o enfermedad que deba tratar un médico. Entre los ejercicios de baja intensidad están caminar, nadar, subir escaleras, remar, etc., ideales para las personas antes mencionadas pues con estas actividades disminuye el riesgo de padecer lesiones musculares y óseas –y su efectividad es la misma que las de alta intensidad-.
Fuerza o resistencia: Se asocia al uso de equipo como pesas, lo cual ayuda al aumento de masa muscular, a quemar grasa y a mantener la densidad de los huesos –además de disminuir riesgos cardiacos y el colesterol malo-. Es benéfico para todas las personas, pero si se presenta alguna enfermedad cardiovascular hay que consultar con el médico.
Flexibilidad: Este tipo de ejercicio es ideal para fortalecer articulaciones y músculos -en especial la columna vertebral- y para prevenir calambres, rigidez y lesiones. Rutinas como el yoga o el tai chi son muy recomendables para este fin, en especial para adultos mayores.