Hace algunas semanas con mi esposa, estamos consumiendo un producto que conocimos por casualidad. Hablo de la Clorofila.
Todo comenzó cuando buscábamos alternativas de productos que ayudaran naturalmente a desintoxicar el organismo, hasta que nos presentaron la clorofila en una tienda de medicina natural.
No es un producto precisamente barato, pero tampoco es prohibitivo, por lo que está al alcance de la mayoría de las personas. Podemos encontrarlo en dos presentaciones: Líquido o en cápsulas. No soy fanático de las cápsulas en general así que compramos la versión liquido. Para aquellas personas que sean especialmente sensibles con los sabores nuevos, pueden estar tranquilos. La Clorofila tiene un gusto agradable o al menos no tiene mal sabor, por lo que no resulta difícil incorporarla a nuestra dieta habitual. Obviamente, como ocurre con productos de este tipo, debemos ser constantes para poder ver resultados concretos en el tiempo.
A pesar de que muchos han escuchado acerca de la Clorofila y su relación con el mundo vegetal, la gran importancia que representa este compuesto para la vida pasa desapercibido para la gran mayoría. Para resumir, podemos decir que la Clorofila es un pigmento verde presente en plantas y algas, que resulta esencial para el proceso de fotosíntesis, ya que permite absorber la luz del sol y convertirla en energía utilizable. La clorofila es tan abundante en el reino vegetal que es la razón por la cual vemos la mayoría de las plantas de color verde.
¿Desde qué plantas puedo consumir la Clorofila?
Pero aunque sabemos que la clorofila está presente en todas las plantas, existen algunas donde su concentración es mucho más alta de lo que normalmente podemos encontrar. Algunos de estos vegetales son:
Espárragos
Pimientos
Brócoli
Coles de Bruselas
Apio
Guisantes verdes
Puerro
Aceitunas verdes
Perejil
Vegetales marinos
Espinacas
Acelgas
¿En que beneficia la Clorofila mi salud?
La Clorofila tiene dos cualidades importantes que pueden hacer la diferencia en nuestra salud: Es desintoxicante y antioxidante. De hecho, es probablemente el antioxidante de mejor calidad que podamos encontrar en el mundo natural. Estas dos razones son más que suficientes para comenzar a consumir clorofila, pero la buena noticia es que sus propiedades van más allá.
En primer lugar, se sabe que la clorofila ayuda al funcionamiento general del metabolismo y la circulación de la sangre. Además está demostrada su utilidad para combatir el mal aliento disminuyendo incluso los malos olores corporales, como el producido por la transpiración. Muchas personas con problemas graves de halitosis han podido comprobar grandes mejorías a raíz del consumo de clorofila.
Varios estudios sugieren asimismo, que la Clorofila podría tener algún efecto contra el aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos, lo que sería una excelente noticia para personas que sufren este tipo de problemas, que por lo demás van en franco aumento en todo el mundo.
También se puede consumir la clorofila en el caso de personas que padezcan problemas de cálculos renales, ya que la clorofila, como mencionamos anteriormente tiene cualidades depurativas.
Lo bueno de todo esto es que el consumo de Clorofila no tiene efectos negativos asociados, aunque podría existir un porcentaje muy menor de personas que tengan algún tipo de sensibilidad a los componentes de la clorofila. Respecto a la dosis recomendada, parece ser que no hay un consenso claro al respecto. En mi caso solo me guío por las indicaciones de producto que estoy tomando. Puede que algunas personas noten algún cambio en el color de la orina y las heces pero esto es totalmente normal y no representa problema alguno. Ya lo saben, si quieren consumir algo natural y depurativo, la Clorofila es la mejor opción.
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