El plátano tiene más calorías que otras frutas pero es saciante por lo con menos cantidad nos sentimos mas llenos.
El plátano es rico en potasio lo que ayuda a equilibrar el nivel de agua del cuerpo al contrarrestar el sodio ayudando así a la eliminación de líquidos. En esta entrada os traemos algún consejo más para favorecer la eliminación de líquidos en el cuerpo.
Una vez se han descartado posibles problemas medicos, se puede recurrir a trucos y remedios muy sencillos, pero efectivos:
- Haz ejercicio. Correr, nadar, caminar, montar en bicicleta, subir y bajar escaleras…, cualquier ejercicio físico de estas características en el que haya que mover el cuerpo, facilita el trabajo para la eliminación de agua del cuerpo. Si tu trabajo te obliga a estar sentada durante mucho tiempo, levántate al menos una vez a la hora y estira las piernas para favorecer la eliminación del aguar. Si no puedes, mueve los dedos de los pies hacia arriba y hacia abajo, para que los músculos de las piernas ejerzan una acción de bombeo.
- Métete en el agua. Una vez dentro (en el mar, piscina o bañera), mueve las piernas para activarlas y que los músculos bombeen los líquidos hacia la vejiga. Gracias a esto y a la presión del agua se favorece la eliminación de líquidos a través de la orina.
- Descansa las piernas y pies. Si la retención de líquidos se acumula en la zona de las extremidades inferiores, eleva los pies al menos una hora por las tardes y no uses ropa ni zapatos muy ajustados.
- Bebe mucha agua. Cuanto más agua ingieras, más fácilmente podrás expulsar los líquidos sobrantes. La cantidad mínima recomendada es de un litro y medio a dos litros. Un truco: un vaso de agua justo al levantarte es perfecto para eliminar los fluidos acumulados durante la noche.
- Las hierbas y vegetales diuréticos. Los más eficaces son las infusiones de perejil, enebro, hojas de olivo, cola de caballo, caldos de puerros, espárragos frescos y pepino. Todos ellos aumentan la producción de orina.
- Una dieta rica en proteínas. La ingesta de proteínas evita la retención de agua, ya que tras su ingestión el hígado produce la albúmina, que es la sustancia necesaria para que los fluidos no se acumulen en los tejidos.
- El reposo es esencial. Ocho horas por la noches y a poder ser una hora después de comer, si tu ritmo de vida te lo permite.