Existen múltiples factores que pueden influir en un mal descanso por la noche, como el estrés, pero también otros inevitables como la edad.
En cualquier caso, hay que intentar solucionar esos problemas en la medida de lo posible para que no afecte a toda nuestra salud, ya que según algunos estudios:La relación entre sueño y obesidad es directa.
Cuanto menos se duerme más se engorda.
Esto es así porque las personas que descansan menos consumen mayores cantidades de alimentos calóricos y porque la falta de energía durante el día fomenta una vida más sedentaria.
-Las personas que duermen menos de seis horas diarias tienen un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo
2, ya que desarrollan una alteración de la glucosa en ayunas y, además,
su actividad metabólica se ve afectada.
Dormir mal triplica el riesgo
de sufrir depresión. El insomnio provoca mal humor y puede provocar que las relaciones se resientan.- La calidad de la memoria empeora. El insomnio crónico puede acabar perjudicando a la región del cerebro encargada de ella.