Cuáles son los lugares "raros" que prefieren ellas para mantener relaciones. Además, según una especialista, no le escapan a la compañía de "otra".
En el sitio web de la licenciada en psicología y sexóloga Yanina Cotarelo, ella informa que se hizo una encuesta a 10 mil mujeres entre 21 y 65 años que viven en Ciudad de Buenos Aires, y que éstos son los resultados respecto a las fantasías sexuales femeninas más comunes:70% Fantaseó alguna vez con tener sexo en la playa.
18% Fantaseó alguna vez con tener sexo en un ascensor.
7% Fantaseó alguna vez con tener sexo en un bosque
3% Fantaseó alguna vez con tener sexo en una pileta pública o semipública.
1% Fantaseó alguna vez con tener sexo en la nieve
1% Fantaseó alguna vez con tener sexo en un balcón
Otro dato interesante es con quien fantasean:
40% con la persona amada
35% con otra mujer
10% más de un hombre
7%famoso o personaje
5% con un hombre de raza negra
3%un grupo mixto
"En lo relativo al contenido de estas fantasías el factor exhibicionista es el más predominante, o sea, ser observada por alguien mientras se tiene relaciones sexuales. También hay componentes sadomasoquistas, como una situación de sumisión o ser obligada a tener relaciones sexuales, pero también están las fantasías puramente románticas, idílicas", agrega Cotarelo.
"Si bien siempre se pensó que las fantasías masculinas y femeninas diferían bastante entre sí, los estudios develaron que existen más coincidencias que diferencias entre las mismas. Las fantasías de los hombres tienden a tener más elementos fetichistas que las femeninas, elementos como los tacos, determinado tipo de medias, personajes y oficios (aquí entran los disfraces de enfermera, mucama, maestra, secretaria, guerrillera, pirata, capitana, azafata, etc), lencería, uñas, cigarrillos, y varios más", y agrega: "En las relaciones duraderas, las fantasías son la llave de todas las parejas que gozan de una sexualidad plena que se mantiene con el transcurso de los años de convivencia".
"Las fantasías son una manera de proponer la sexualidad cómo un juego y no como un fin en sí mismo, además que ayudan a mantener la espontaneidad en cada encuentro sexual, facilita la expresión corporal y fortalece la complicidad entre los miembros nutriendo la intimidad en un nivel más profundo", concluye la sexóloga Cotarelo.
Fuente: Ahguapas.com
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