“Nos preguntamos cuál será la motivación de cambiar de un estado de caras alegres a cada vez más rostros con expresiones hostiles o de rabia, y cuál será el impacto que pueda tener en la manera como juegan los niños“, expresó el académico.
LEGO es la tercera empresa de juguetes más grande del mundo, detrás de Mattel y Hasbro. La firma danesa aún es propiedad de la familia Kristiansen que la fundó en 1932; de a cuerdo a sus estadísticas, los niños alrededor del mundo invierten en total unas cinco mil millones de horas al año jugando con sus productos.
Aparte de las expresiones poco amistosas, Bartneck también lanza la advertencia de que cada vez hay más armas en los accesorios de estos sets, en la medida en que surgen más colecciones basadas en conflictos tanto ficticios como reales.
“Quienes diseñan los rostros de estos juguetes deben ser muy cuidadosos pues es bien sabido que los mismos juegan un papel muy importante en el desarrollo conductual de los niños“, dijo un portavoz de la universidad.
No sólo LEGO está incorporando sets orientados a confrontaciones. Mega Blocks, ubicados en Canadá, también están siguiéndoles el juego; su línea de productos HALO, basada en el videojuego homónimo, está claramente basada en una cultura militar. Otras compañías como BrickArms se especializan en diseñar armamento compatible con los muñecos de LEGO.
La investigación de Bartneck involucró más de 6.000 figuras distintas de LEGO, y planea presentar un informe detallado en una conferencia que dará en Japón a finales de agosto.
¿Crees tú que esto tendrá un impacto en los niños, o están exagerando los científicos? ¿Cuál será la diferencia entre enfrentar dos muñecos sonrientes y dos hostiles, o mezclarlos? No olvides dejarnos tu comentario.
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