La uva es un magnífico desintoxicante que purifica y vitaliza los principales órganos del cuerpo. Contiene muchas sales minerales, vitaminas (A, B y C, sobre todo) y en particular glucosa.
Su elevado Contenido en azúcar le otorga un alto valor como alimento de fuerza, ya que la glucosa es el carbón del músculo.
Las uvas tienen mucho potasio, un mineral que refuerza las reservas alcalinas del cuerpo a la vez que contribuye a mejorar la función renal y a regular el ritmo cardíaco. También contienen hierro, indispensable para la producción de glóbulos rojos.
Sirven para estimular la secreción de los zumos gástricos, facilitar la evacuación de los intestinos, limpiar el hígado y acelerar la eliminación del ácido úrico. Por su poder alcalógeno, resta acidez a la sangre.
Si se padece diabetes, hipoglucemia, hiperglucemia o algún otro trastorno relacionado con los niveles de glucosa en sangre, no se debe consumir esta fruta, ya que contiene mucho azúcar.
Es laxante debido a su abundancia en celulosa y es muy calórica. Un kilo de uvas proporciona más de 800 calorías. De ahí que incluso comiendo sólo uva (si es en gran cantidad) se pueda engordar
El adecuado consumo de uvas, mediante una cura bien dirigida, es un excelente medio para evitar enfermedades.
El zumo de uva produce su mejor efecto tomándolo por la mañana en ayunas, y por la noche, antes de acostarse. También va bien tomar un poco cada hora. El zumo debe ser exprimido cada vez al instante de tomarlo, es decir, debe ser siempre fresco; de otro modo se fermenta fácilmente en contacto con el aire.