Una de las cosas importantes que podemos hacer, es la creación de un banco de semillas particular. Podemos iniciarlo al guardar las semillas de los productos ecológicos que comemos.Podemos iniciarlo al guardar las semillas de los productos ecológicos que comemos (si todavía no comes, clica aquí).
¿Por qué un banco de semillas? Por múltiples razones. Las principales:
(1) porque la biodiversidad alimenticia está decreciendo; según las Naciones Unidas, durante el S.XX, el 90% de las variedades agrículas están dejando de ser utilizadas, además el 75% del alimento del mundo está en manos de 4 empresas, que en términos numéricos significa que 3 de cada 4 semillas pertenecen a Monsanto, DuPont, Syngenta, y Groupe Limagrain. Además, la mayoría, sino todas las semillas que venden están modificadas genéticamente, ya que ahí está su negocio, en patentar la naturaleza modificada genéticamente, ya que si no es MGO no puede patentarse y no hay tanto negocio. Además del negocio, también está el control de la población a través del control de la alimentación. Si volvemos a tener semillas, volvemos a tener el control y la soberanía sobre una necesidad básica, la alimentación.
(2) dado el interés en reducir la población mundial porque para la élite, somos demasiados en un planeta con limitados recursos, la crisis económica en la que estamos puede llegar a una crisis alimentaria. Por lo tanto, tener semillas en un futuro próximo puede ser como tener oro, tanto para intercambiar como para poder cultivar nuestra propia comida. Cabe añadir, que la élite se ha encargado inteligentemente de desproveernos de todo conocimiento relacionado con la agricultura, con los ritmos de la naturaleza, con cómo cultivar un tomate, una lechuga o una patata. De esta manera, somos totalmente dependientes del sistema. Si no nos acercan la comida a los supers o en los restaurantes, no comemos.
(3) en tercer lugar, está la cuestión de una crisis natural provocada por una Tormenta Solar o cualquier calamidad provocada por el ser humano en su afán por dominar y seguir en el poder. En tal caso, es muy conveniente tener semillas guardadas y saber en la práctica cómo cultivarlas. De lo contrario tenemos un serio problema de supervivencia. Para los que todavía no lo saben, la élite se ha construido su propio banco de semillas, el mayor banco de semillas del mundo en Svalbard. Svalbard es un árido trozo de roca reivindicado por Noruega y cedido en 1925 por un tratado internacional, en el Mar de Barents cerca del Océano Ártico, a unos 1.100 kilómetros del Polo Norte. Según el diario El Mundo, “Cámara Global de Semillas de Svalbard y situado junto a la localidad de Longyearbyen, ha sido ya bautizado por la prensa como Arca de Noé o cripta del día del juicio, porque a ella acudiremos si las cosas se ponen feas”.
(4) y en cuarto lugar,por la importancia que tiene conocer la naturaleza de nuevo. Entrar en contacto con las semillas, la tierra, los ciclos de crecimiento y naturales, con los insectos y animales. Esta sociedad urbana y tecnócrata nos ha desconectado de la Naturaleza, parece como si ésta estuviese ahí fuera, cuando estamos y formamos parte de ella. Es una manera de desconectarnos de nuestra fuente y potencial interno.
¿Qué bancos de semillas existen actualmente?
En total, se han contabilizado 1.300 almacenes en el mundo, con seis millones de muestras recogidas. El banco de semillas más grande del mundo es la llamada “Cámara Global de Semillas de Svalbard”, construida en Noruega para preservar las semillas del mundo en caso de catástrofe global… conocida como la bóveda del fin del mundo, este silo de alta seguridad, resistente a los terremotos, las erupciones volcánicas y las radiaciones, tiene capacidad para guardar 2.000 millones de semillas durante siglos a 18 grados bajo cero.
En España existen principalmente tres bancos nacionales de germoplasma de hortícolas. Dos de ellos, en Valencia y Zaragoza, son bancos activos: dan y reciben semillas. El de Alcalá de Henares, sin embargo, es un centro de base, quiere decir que su misión es exclusivamente la de conservación. Tenemos, el Centro de Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana de la Universidad Politécnica de Valencia (COMAV), el Centro de Recursos Fitogenéticos del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), ubicado en la finca La Canaleja en Alcalá de Henares y el Banco de Germoplasma Vegetal de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid. En el INIA se guardan duplicados de seguridad de todas las colecciones activas de semillas de la red española.
El primer banco de semillas en España tiene ya 40 años, y se creó en la facultad
de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid la primera en anticiparse cuando sólo había en el mundo otros tres bancos. El Banco de Germoplasma Vegetal de la UPM fue creado hace 40 años por el profesor César Gómez Campo. El sistema implementado por el profesor Gómez Campo basado en la deshidratación de las semillas con gel de sílice y en la utilización de recipientes herméticos ha demostrado ser muy eficaz, ya que las pruebas de germinación realizadas al cabo de 40 años mostraron que las semillas tenían una viabilidad de casi el 100%.En el banco de semillas de la UPM se utilizan envases de vidrio cerrados a la llama, con lo que la hermeticidad está asegurada. Conserva unas 10.0000 accesiones de semillas, fundamentalmente de especies endémicas y amenazadas de la Península Ibérica, las islas Baleares y la región Macaronésica, y de especies de la familia Brassicaceae (la familia de la col).
Por otro lado, Gipuzkoa ha abierto ya un banco de semillas para conservar especies vegetales amenazadas; se instalará en la finca Fraisoro, perteneciente a la Diputación. En Euskadi, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrari, perteneciente al Gobierno Vasco, también ha hecho sus pinitos con la puesta en marcha hace unos años de un banco de semillas exclusivamente de maíz. Según comentan, el catálogo de plantas de interés alimentario supera las 20.000. Sin embargo, tan solo 200 pueden considerarse como cultivos importantes, de las cuales la mitad se comercializa a escala internacional. La entidad va más allá: sólo veinte cultivos representan el 80% de la alimentación mundial, diez de ellos alcanzan el 66%. Trigo, arroz y maíz acaparan por sí solos el 41,5% de la producción mundial.
por Guy Fawkes
http://loquepodemoshacer.wordpress.com/2010/09/03/construye-tu-propio-banco-de-semillas/