Rico en alcaloides, el extracto de peyote
posee propiedades antibióticas que pueden utilizarse en tratamientos de
heridas, además de analgésico, de acuerdo con el investigador José de la Luz Mota Pérez.
En el marco de su cátedra magistral “El
Peyote: más allá de la eficacia simbólica” ante alumnos, académicos e
investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM),
Mota Pérez señaló que las atribuciones medicinales de esta planta datan
de 1888, época en que se utilizaba para proporcionar alivio en las
articulaciones.
Actualmente, los médicos
tradicionales o herbolarios suelen macerar esta planta en alcohol para
usarla como remedio contra el reumatismo; en tanto, algunos grupos
étnicos como los huicholes, afirman que si se usa correctamente, todas
las demás medicinas son superfluas.
Mota Pérez explicó que el peyote es una
planta rica en más de 50 alcaloides, entre los que destacan la peyotina,
anhalina, anhaloidina, anhalinina, anhalonina, lofoforina y la
mezcalina, aislada en 1896 por el farmacólogo Arthur Heffter.
El especialista también habló sobre su origen y uso de lo que los tarahumaras llaman “ciguri“; los tepehuanis, “kamaba“; los huicholes, “hikuri“; los coras, “hualari“; y los comanches, “wokow“.
Agregó que en estado natural, los gajos
del peyote se mastican solos o en compañía de algún líquido,
preferentemente jugos cítricos, pues su sabor es amargo; precisó que
cuando el cacto se deshidrata, retiene la mezcalina indefinidamente y
puede reducirse a polvo para prepararse en té o añadirse a un jugo de
fruta.
Tras explicar que la mezcalina pura se
administra por vía oral o intravenosa, Mota Pérez refirió que los
efectos del peyote ingerido crudo o seco, al igual que el de la
mezcalina por ingesta, comienzan entre 60 y 90 minutos tras su ingesta y
duran entre siete y 12 horas, mientras que los efectos cuando se
inyecta comienzan en un lapso de entre 10 y 20 minutos.
Finalmente, sobre lo que ocasiona el
peyote en quién lo consume, el experto comentó a la comunidad
universitaria que la mezcalina actúa en los receptores cerebrales,
ocasionando alteraciones en la conciencia y en la percepción,
principalmente a nivel visual; aunque gran parte de los efectos se deben
a la mezcalina, otros alcaloides contribuyen a que la experiencia con
Peyote sea diferente a la de la mezcalina pura.
Algún día en el futuro se
dejará de lado el tabú que rodea a las plantas sagradas, y podrán ser
utilizadas como guías de sanación y conciencia.
Hay que señalar también algo
que llama la atención en esta noticia, el nombre de cada persona es un
mantra muy poderoso que todos los días llevamos con nostros, como en el
caso de este investigador: José de la Luz Mota Pérez, su nombre es muy
claro en cuanto a la labor que lleva a cabo.