Wednesday, October 8, 2014

Asombrosa revelación sobre el pene


Científicos descubrieron por qué el pene de los hombres es, con diferencia, el más grande de todos los primates. 

El pene de los gorilas mide un centímetro y medio, aunque puede llegar a los cuatro en momentos de máxima erección. 

El de los chimpancé es el doble de grande. 

Pero el de los humanos bate récords. Con una longitud media de unos 9 centímetros en estado de flacidez y de entre 13 y 14 centímetros en estado de erección, es con diferencia el pene más grande entre los primates.


Un tamaño pequeño es más práctico para los animales que viven en la selva, sin ropas ni harapos para cubrirse ni protegerse. ¿Será por eso que el pene de los hombres es el doble más grande?


Científicos de la Universidad Nacional de Australia en Canberra tienen ahora una respuesta. Si el pene ha crecido tanto a lo largo de la evolución humana, sostienen, es porque las mujeres han preferido hombres con penes grandes a la hora de aparearse. A lo largo de cientos de miles de años de selección natural, transcurridos en su mayor parte antes de que los homínidos adquirieran el hábito de vestirse, los especímenes con penes más pequeños hubieran tenido menos éxito a la hora de aparearse, lo que habría llevado a un crecimiento progresivo del órgano.


Los investigadores pidieron a 105 mujeres que evaluaran el atractivo sexual de 53 figuras masculinas generadas por ordenador. Según los resultados, cuanto mayor es el pene, más atractivo resulta un hombre. Sin embargo, el atractivo adicional que se obtiene con cada centímetro de más tiende a reducirse a medida que el tamaño aumenta. Es decir, en un pene pequeño, el centímetro de más o de menos supone una diferencia importante; con un pene de tamaño superior a la media, en cambio, el atractivo no varía de manera sustancial.


Por último, se ha observado que cómo es cada mujer influye en sus preferencias. 

Así, las mujeres más altas que participaron en el estudio dieron prioridad a la altura de un hombre a la hora de evaluar su atractivo y, por lo tanto, dieron menos importancia al tamaño del pene. En cambio, en las mujeres más bajas se observó el fenómeno opuesto: menos interés por la altura y más por el pene.