2. No te asustes:
El miedo es como un muro que divide aquello que eres de todo aquello
que puedes llegar a ser y hacer. Liberarte del miedo te hará sentir más
liviano y mucho más tranquilo en la vida.
3. Sé amable, apacible y paciente:
La vida tiene su propio ritmo y por más que quieras no podrás ir más
rápido que él; aprende a fluir con ella, a aceptar y a confiar que todo
lo que debe ser, será y sucederá naturalmente.
4. Se cariñoso contigo:
Evita las palabras ofensivas o reproches en tu propia contra. Ante un
desacierto intenta aprobarte con amor, de este modo disminuirás la
frustración y tendrás más entusiasmo, energía y motivación para hacerlo
mejor la próxima vez.
5. Elógiate:
Llena tu día a día de palabras de ánimo y felicitaciones. Reconócete y
elógiate por los grandes y los pequeños logros de tu cotidianidad.
Conviértete en tu mejor amigo, admirador y patrocinador de tus sueños.
6. Bríndate apoyo:
Es muy importante aprender a ser el mejor amigo de nosotros mismos,
porque con mucha frecuencia caemos en la trampa de ser nuestro peor
enemigo. Se tu principal proveedor de apoyo físico y moral. Una palabra
de aliento de tu parte, te llenará de optimismo y proactividad.
7. Cuida de tu cuerpo:
Tu cuerpo es una creación perfecta. Amalo, cuídalo y trátalo con
respeto. No lo lleves más allá de sus límites, aliméntate bien, descansa
lo apropiado y realiza ejercicio de manera habitual.