A pesar de que el aceite de coco no es un producto completamente desconocido, su uso estaba restringido principalmente a la cosmética, y en especial, al cuidado del cabello, ya que protege el pelo estimulando su crecimiento y firmeza o también como desmaquillador eficaz.
Sin embargo, en el último tiempo ha ido recobrando fuerza su uso dado los beneficios del aceite de coco para la salud en general. En realidad el consumo de aceite de coco es muy antiguo. Los habitantes de Tokelau, al sur del pacífico son grandes consumidores de este aceite rico en grasas saturadas, y a pesar de eso tienen una población muy saludable, y sin problemas cardíacos.
Algunas de sus características, como por ejemplo, mantenerse estable a altas temperaturas o su capacidad para resistir la oxidación, durando hasta 2 años sin sufrir alteraciones en un ambiente adecuado, han hecho que el aceite de coco haya vuelto a recuperar su sitial como uno de los alimentos más apetecidos.
Grasas saturadas en el aceite de coco
Una de las principales controversias en torno al aceite de coco está en su gran cantidad de grasas saturadas. Falta aún evidencia que respalde fehacientemente que el consumo de aceite de coco no conlleva ningún riesgo de agravar, por ejemplo, enfermedades cardíacas, aunque los resultados preliminares son bastante buenos. La recomendación general es que el consumo de grasas saturadas nunca debe exceder el 7-10% del consumo de calorías diarias. Sin embargo, hay que hacer una serie de precisiones sobre esto.En primer lugar, hay que considerar las fuentes primarias de grasas saturadas: Por lo general estas provienen de fuente animal, y tienen altos índices de colesterol. Esto abre una ventana para las personas que llevan una dieta vegetariana, ya que en el aceite de coco pueden encontrar una fuente de grasas saturadas de origen vegetal sin colesterol, y más importante aún, no suponen un riesgo de aumento de peso, ya que este aceite se digiere fácilmente por el hígado convirtiéndose rápidamente en energía, sin almacenarse en forma de grasa. En definitiva, una buena fuente de carbohidratos naturales. Otro factor importante, es que el aceite de coco es de fácil digestión, sin producir aumentos repentinos de glucosa en la sangre.
Las grasas saturadas del aceite de coco no son las mismas que las que encontramos en la carne o derivados lácteos como el queso. El aceite de coco contiene grasas saturadas de cadena media, compuesta en su mayoría por ácido laurico y miristico. Esta combinación única hace que las grasas saturadas del aceite de coco se metabolicen de forma diferente y no sean perjudiciales para la salud.
De todas formas, aún está en investigación las consecuencias del consumo grasas saturadas presentes en el aceite de coco. La evidencia es a favor, pero los investigadores sugieren consumir este aceite con moderación.
Principales beneficios del aceite de coco
Acción antibacteriana. Una de las cosas más curiosas del aceite de coco es su alto contenido de ácido laurico, muy escaso en la naturaleza. Cuando se consume, el cuerpo lo convierte en monolaurina, un componente letal para algunas bacterias, hongos y virus como el del sarampión o el herpes. De hecho, por esta razón se recomienda usar el aceite de coco como pasta de dientes casera. No solo eso, algunos naturópatas promueven el uso del aceite de coco para tratar enfermedades como la candida albicans.Una alternativa para la dieta vegetariana. Algunas personas evitan cualquier tipo de producto de origen animal. Esto incluye quesos, y mantequilla. Para reemplazar este tipo de alimentos, se puede usar sin problemas el aceite de coco.
Cuidado de la piel. El aceite de coco es de gran ayuda en tratamientos de belleza. Es muy popular para el cuidado del cabello, pero además, puede ser utilizado en tratamientos para la piel. Entre sus usos se cuenta:
- Ayuda a quitar el maquillaje
- Hidratante natural
- Exfoliante (puede mezclarse con bicarbonato de sodio)
- Crema para las cutículas
- Es seguro para bebés y niños.
Combate infecciones. Gracias a su gran cantidad de ácido láurico, el aceite de coco ayuda a combatir algunas infecciones producidas por bacterias, hongos y virus, como por ejemplo:
- Infecciones en los oídos. Se deben aplicar una o dos gotas en el pabellón auricular
- Pie de atleta
- Herpes labial
- Picaduras de insecto
- Irritaciones a la piel. También sirve para tratar irritaciones a la piel en bebés
Recomendación importante
Si quieres disfrutar de los beneficios del aceite de coco, es muy importante que sea virgen. Los productos hidrogenados, o parcialmente hidrogenados no solo te privarán de las propiedades de este aceite, sino que además perjudican tu salud. En la industria de los alimentos procesados es común que se utilicen aceites hidrogenados ya que conservan durante más tiempo el producto.Cuando se procesa un aceite natural para convertirlo en su “versión hidrogenada” se cambia la estructura molecular, haciéndolo más parecido al plástico en su composición. Esto trae como resultado un aceite más viscoso y espeso, que termina por afectar alterando la sangre y dando más trabajo al corazón para realizar el bombeo necesario para una correcta circulación. Además el aceite hidrogenado estimula el crecimiento del “colesterol malo” con todo lo que ello implica.