Los alimentos influyen en el color de tus dientes. Unos hacen que se vuelvan más amarillos y otros sin embargo los blanquean.
Con el paso del tiempo los dientes se van volviendo amarillos pero podemos evitar que esto ocurra manteniendo una buena alimentación y hábitos saludables de vida.
Hábitos saludables para tus dientes:
Cepillarte los dientes después de cada comida. Eso sí, deja que pasen 30 minutos después de comer. Primero debes cepillarte sin pasta dentífrica y luego volver a cepillar con pasta.
Evita los dulces.
Intenta usar hilo dental para eliminar los residuos entre los dientes.
Debes dejar de fumar. El tabaco hace que los dientes se vuelvan amarillos por culpa de la nicotina. Ésta decolora los dientes de forma progresiva.
Visitar al dentista cada 6 meses.
Cuáles son los alimentos que los dejan amarillos?
Café Té Vino tinto Salsa roja Dulces, caramelos...Whisky Coñac
Bebidas azucaradas
Alimentos y bebidas ácidas (dañan el esmalte)
Gaseosas negras
Chocolate
Galletas, pasteles...azucaradosY así como hay alimentos que hacen que tus dientes se manchen más fácilmente también los hay que los protegen.
Zanahoria, apio, rábano? Los vegetales crujientes te ayudan a retirar los restos de comida que después acaban produciendo manchas en la superficie.
Manzanas. Aunque no lo creas morder una manzana es algo muy parecido a utilizar el cepillo de limpieza ya que combate la placa y pule incluso a las encías.
Productos lácteos. El queso tiene un enorme contenido de calcio y fósforo por lo que neutraliza el ácido y repone minerales del esmalte. La leche y el yogurt limpian y cuidan las encías gracias a sus altos índices de ácido láctico.
Uvas y fresas. Los primeros contienen grandes cantidades de ácido málico y los segundos lo producen. ¿El resultado? Reducen las decoloraciones y mantienen un tono más saludable de los dientes.
Existen remedios caseros que ayudan a tener blancos los dientes como lavárselos con bicarbonato sódico, lavarlos con sal, con la pulpa de las fresas, etc.
Más remedios naturales para blanquear los dientes:
Sal fina y limón. (con cuidado de no dañar el esmalte)
En un recipiente pequeño (no metálico) se coloca una cucharadita de sal fina y se van agregando gotas de limón hasta formar una pasta.
Las cantidades en si no tienen importancia siempre y cuando haya la suficiente cantidad como para mojar el capillo varias veces.
Esta preparación tiene buenos resultados para quitar manchas en los dientes , se coloca en el cepillo y se procede cepillando cada diente, poniendo énfasis en los lugares con manchas o zonas más amarillentas.
La sal fina actúa como abrasivo y el ácido del limón actúa quitando las manchas.
Se debe tener cuidado de no friccionar las encías con esta pasta para no causar irritaciones.
Una vez a la semana y sin apretar fuerte para no dañar el esmalte.
Enjuagues con agua oxigenada
No más de dos veces por semana. Puede utilizar un poco de agua oxigenada, 10 ml (no más alto porque quema) como enjuague bucal. Es mejor que la diluyas con un poco de agua pura. Retenla en la boca unos 30 segundos, luego se tira y no se enjuaga.
Es conveniente realizar este procedimiento luego de la última cepillada dental, antes de dormir.
Aunque lo desaconsejo porque puede dar problemas de sensibilidad dental.
Pulpa de fresa
Coge una fresa o frutilla y se aplasta con un tenedor hasta formar una pasta, luego se coloca sobre el cepillo y se procede a la limpieza de los dientes utilizándola en lugar del dentífrico común.
Fuente: http://www.herbotop.blogspot.com