Thursday, April 24, 2014

7 maneras en que los niños pueden evitar propagar los gérmenes


Si parece que tus hijos siempre pescan los gérmenes y se enferman, no es sólo tu imaginación. Según el Dr. William Sears, pediatra y profesor adjunto de clínica pediátrica de la Universidad de California, Irvine, los niños tienen más posibilidades de contraer y propagar los gérmenes que los adultos no sólo porque sus sistemas inmunológicos están en pleno desarrollo sino también porque los salones de clase están llenos de chicos y los niños suelen probar y tocar todo lo que encuentran a su paso.


Pero les puedes enseñar a tus hijos hábitos que los ayuden a evitar el contacto con los gérmenes, para que permanezcan sanos, dice Betsy Brown Braun, experta en crianza de niños y autora de Just Tell Me What to Say. Prueba estos trucos para enseñarle a los más pequeños cómo mantenerse alejados de los gérmenes.

1. Da el ejemplo.
El hábito más importante que debes enseñarle a tus niños es lavarse las manos con frecuencia. “La magia está en representar el comportamiento correcto” dice el Dr. John Mayer, un psicólogo clínico y autor de Family Fit. Lávate las manos regularmente y acompaña tu comportamiento con una indicación: “Nos lavamos las manos después de ir al baño"o “nos lavamos las manos antes de comer”. Los niños lo empezarán a recordar incluso cuando no estés presente.

2. Canta una canción.
Hacer que tus hijos se laven las manos durante 20 segundos es igual de importante que lograr que se las laven. “Por lo general, los niños sumergen las manos en el agua durante una milésima de segundo y eso no mata a ningún germen”, dice Mayer. Intenta cantar el feliz cumpleaños dos veces o decir el abecedario mientras se lavan, ya que ambas cosas llevan alrededor de 20 segundos.

3. Inventa un juego.
Cuando los niños tosen o estornudan, los gérmenes se propagan fácilmente. Para enseñarles que deben apuntar hacia su manga, inventa un juego. “Diles que el ‘atrapa gérmenes’ está en la parte interna del brazo, y que cuando apuntan hacia esa dirección, logran atrapar los gérmenes”, sugiere Braun.

4. Use una ayuda visual.
Ya que los niños tienden a aprender visualmente las cosas, mientras les explicas cómo se propagan los gérmenes, usa una botella rociadora llena de agua para simular la distancia que pueden alcanzar la tos y el estornudo. “Diles que todos tenemos agua en el cuerpo que contiene gérmenes”, propone Braun. “Aclárales que esto es normal (el objetivo no es que los niños le tengan fobia a los gérmenes), pero explícales que es mejor si cada uno se queda con sus propios gérmenes”.

5. Prepara comidas para compartir.
Le enseñas a tus hijos a compartir, pero el asunto sale mal cuando más de un niño muerde la misma comida. Trata de hacer lo que esté a tu alcance, como cortar las manzanas en trozos pequeños y los sándwiches en cuartos cuando prepares el almuerzo. Incluso coloca una cuchara adicional para el postre.

6. Elogia el buen comportamiento.
Ofrécele un incentivo a cambio de que ponga en práctica los hábitos saludables. Dale a tu hijo algo como un sello o una estrellita adhesiva cada vez que estornude en su manga o se lave las manos como lo indicamos anteriormente. “Una vez que obtenga una cantidad determinada de sellitos o estrellitas, hagan algo especial como por ejemplo, visitar el acuario”, sugiere Braun.

Al practicar los buenos hábitos en casa, tus hijos los seguirán realizando donde sea que vayan, e incluso cuando ya sean mayores. “Es el efecto cinturón de seguridad”, dice Braun. Una vez que la acción se convierte en hábito, se realizará de manera automática. ¡Y eso significa que pasarás menos tiempo siendo su enfermera!