Si
parece que tus hijos siempre pescan los gérmenes y se enferman, no es
sólo tu imaginación. Según el Dr. William Sears, pediatra y profesor
adjunto de clínica pediátrica de la Universidad de California, Irvine,
los niños tienen más posibilidades de contraer y propagar los gérmenes
que los adultos no sólo porque sus sistemas inmunológicos están en pleno
desarrollo sino también porque los salones de clase están llenos de
chicos y los niños suelen probar y tocar todo lo que encuentran a su
paso.
Pero
les puedes enseñar a tus hijos hábitos que los ayuden a evitar el
contacto con los gérmenes, para que permanezcan sanos, dice Betsy Brown
Braun, experta en crianza de niños y autora de Just Tell Me What to Say. Prueba estos trucos para enseñarle a los más pequeños cómo mantenerse alejados de los gérmenes.
1. Da el ejemplo.
El
hábito más importante que debes enseñarle a tus niños es lavarse las
manos con frecuencia. “La magia está en representar el comportamiento
correcto” dice el Dr. John Mayer, un psicólogo clínico y autor de Family Fit. Lávate las manos regularmente y acompaña tu comportamiento con una indicación: “Nos lavamos las manos después de ir al baño"o “nos lavamos las manos antes de comer”. Los niños lo empezarán a recordar incluso cuando no estés presente.
2. Canta una canción.
Hacer
que tus hijos se laven las manos durante 20 segundos es igual de
importante que lograr que se las laven. “Por lo general, los niños
sumergen las manos en el agua durante una milésima de segundo y eso no
mata a ningún germen”, dice Mayer. Intenta cantar el feliz cumpleaños
dos veces o decir el abecedario mientras se lavan, ya que ambas cosas
llevan alrededor de 20 segundos.
3. Inventa un juego.
Cuando
los niños tosen o estornudan, los gérmenes se propagan fácilmente. Para
enseñarles que deben apuntar hacia su manga, inventa un juego. “Diles
que el ‘atrapa gérmenes’ está en la parte interna del brazo, y que
cuando apuntan hacia esa dirección, logran atrapar los gérmenes”,
sugiere Braun.
4. Use una ayuda visual.
Ya
que los niños tienden a aprender visualmente las cosas, mientras les
explicas cómo se propagan los gérmenes, usa una botella rociadora llena
de agua para simular la distancia que pueden alcanzar la tos y el
estornudo. “Diles que todos tenemos agua en el cuerpo que contiene
gérmenes”, propone Braun. “Aclárales que esto es normal (el objetivo no
es que los niños le tengan fobia a los gérmenes), pero explícales que es
mejor si cada uno se queda con sus propios gérmenes”.
5. Prepara comidas para compartir.
Le
enseñas a tus hijos a compartir, pero el asunto sale mal cuando más de
un niño muerde la misma comida. Trata de hacer lo que esté a tu alcance,
como cortar las manzanas en trozos pequeños y los sándwiches en cuartos
cuando prepares el almuerzo. Incluso coloca una cuchara adicional para
el postre.
6. Elogia el buen comportamiento.
Ofrécele
un incentivo a cambio de que ponga en práctica los hábitos saludables.
Dale a tu hijo algo como un sello o una estrellita adhesiva cada vez que
estornude en su manga o se lave las manos como lo indicamos
anteriormente. “Una vez que obtenga una cantidad determinada de sellitos
o estrellitas, hagan algo especial como por ejemplo, visitar el
acuario”, sugiere Braun.