¿Cómo planificar una dieta para Navidad y no morir en el intento?
Las Fiestas están a la vuelta de la esquina y quien más, quien menos, todos hemos empezado a hacer planes para la época que se avecina.
Puede que los villancicos y la Lotería Nacional no sean lo tuyo, pero probablemente te cueste resistirte a las delicias navideñas que inundan ya las estanterías de los supermercados. Polvorones, mazapanes, turrones, peladillas y confituras varias seducen nuestra vista y nuestro paladar.
El único pero a tanta delicia es que, tras el placer… suelen llegar los remordimientos. Después de haber hecho firme propósito de cuidar nuestra línea y de habernos machacado en el gimnasio con sorprendente constancia, los previsibles excesos de la Navidad amenazan con derrumbar el castillo de naipes que hemos estado construyendo. Porque el fitness y la dieta sana han de ser un plan anual y no solo flor de un día, nos hemos propuesto ayudarte a afrontar las Fiestas de la forma más saludable posible sin renunciar a un ápice de sabor. ¿Crees que no es posible? Sigue leyendo y no saldrás de tu asombro. Este enero no tendrás que recurrir a regímenes exprés para librarte del flotador que se ha instalado en tu cintura. Empieza por descartar:
- Mantecados, mazapanes y turrones: con un elevado contenido en azúcares y grasas, son toda una bomba de relojería hipercalórica.
- Bombones: la estrella de las sobremesas –con permiso de los anteriores- es una gran tentación en forma de grasas saturadas, azúcares, etc., etc.
- Salsas: ¿qué sería de la merluza o el cordero asado sin una buena guarnición? Y ésta pasa, inevitablemente, por las verduras, las patatas y una gran dosis de nata, aceite, mantequilla y derivados.
- Embutidos: los entrantes y aperitivos giran en torno a ellos, hechos de carne procesada, aditivos a gogo y especias varias.
- Alcohol: el brindis es el colofón perfecto para nuestras comidas y cenas. Vino, cerveza, champán, cava y licores corren por nuestras mesas en Navidad. Y eso significa calorías y más calorías sin ningún aporte nutricional.
Si este panorama te parece demasiado oscuro, no desesperes. Las celebraciones no tienen por qué perder su gracias siempre y cuando moderes las dosis de los elementos anteriores. Estas Fiestas, pon proteínas, grasas buenas, fibra y carbohidratos complejos en tu mesa. ¿Un menú ideal? Toma buena nota:
- Aperitivo: tostadas con queso fresco y nueces
- Primer plato: ensalada de langostinos con endivias, mozzarella y setas
- Plato principal: lomo de cerdo asado con guarnición de verduras a la parrilla
- Postre: Mousse de cítricos
- Brindis: Sidra o cava con castañas al natural