Rochester, Minnesota: La pérdida progresiva del músculo esquelético que ocurre con la vejez, conocida como sarcopenia, es el problema subyacente de las limitaciones en la funcionalidad física y movilidad, lo que, a su vez, deriva en caídas, pérdida de la independencia, necesidad de institucionalización y hasta muerte. El científico de Mayo Clinic, Dr. Nathan LeBrasseur, del Centro de Mayo Clinic “Robert y Arlene Kogod” para el Envejecimiento y del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación, presentó lo último sobre tácticas y terapias esperanzadoras para recuperar la salud músculo esquelética que se pierde con el envejecimiento y las enfermedades, durante un simposio de la conferencia anual del Congreso Americano de Medicina para Rehabilitación.
¿Qué representa el músculo para la salud en general?
“Se alcanza la masa muscular máxima al iniciar la década de los 40 años y a partir de entonces, empieza un deterioro progresivo que deriva en una pérdida de hasta 50 por ciento para la edad de 80 o 90 años. La mayoría de personas pierde aproximadamente 30 por ciento durante el transcurso de su vida. A medida que envejecemos, el músculo es un órgano fundamental porque ayuda a mantener la funcionalidad física, que incluye la capacidad de andar, subir escaleras, sentarse y levantarse de la silla, o de levantar objetos. Esas cosas determinan la autonomía e independencia de la que gozamos a medida que envejecemos", señala el Dr. LeBrasseur. Quien añade que "además, el músculo es fundamentalmente importante para el metabolismo, dentro del contexto de la diabetes tipo 2, porque es el lugar principal donde se almacena la glucosa y es el determinante primario de la tasa metabólica. El músculo también es capaz de mejorar la capacidad de recuperación ante las muchas cosas que, a medida que envejecemos, ocasionan estrés, tanto de índole física como psicológica y, como resultado de ello, protege contra la fragilidad. Es interesante anotar que muchos estamos estudiando al músculo como un órgano endocrino y examinando su interacción con otros órganos, tal como el cerebro. Por lo tanto, al mantener la salud muscular según envejecemos, mejora la calidad de vida general”.
¿Qué tipo de terapias existen para mitigar la pérdida muscular?
El Dr. LeBrasseur responde que “estamos analizando terapias esperanzadoras, incluso la inhibición de la proteína miostatina en quienes requieren intervención terapéutica. Los músculos producen miostatina naturalmente y su función es prevenir el crecimiento y causa de la degradación muscular. Al administrar un bloqueador de la miostatina, nosotros junto a otros investigadores demostramos aumentos contundentes en la masa muscular de los ratones y otros animales. Nuestro objetivo es encontrar maneras de combinar tácticas farmacológicas y conductuales para resaltar la salud muscular a fin de mejorar la función músculo esquelética y el metabolismo, además de reducir la fragilidad que se presenta al envejecer”.
¿Qué se puede hacer para mantener los músculos a medida que se envejece?
“Sesenta por ciento de las personas mayores de 65 años no son suficientemente activas o son extremadamente inactivas. Permanecer sentado equivale a lo que antes era el hábito de fumar. La actividad física continúa siendo la mejor y única manera de limitar la pérdida muscular en la mayoría de personas, a medida que avanzan en edad. El ejercicio puede traer a la mente imágenes de gente joven en el gimnasio, pero lo que se recomienda es que las personas no dejen de ser físicamente activas, lo que incluye andar, hacer jardinería y realizar las actividades cotidianas”, dice el Dr. LeBrasseur.
El Dr. LeBrasseur dirige el Laboratorio de Rendimiento Muscular y Funcionalidad Física y la Iniciativa para Envejecimiento Sano y Vida Independientente en Mayo Clinic.
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