Manos limpias, igual a garganta y nariz libres de gripe / Ilustración: Thinkstock
Cuando se nos dice que no lo hagamos, terminamos haciéndolo, como si la psicología inversa fuera nuestro rasgo característico de seres humanos. Por más que se nos repite una advertencia, siempre caemos, como se dice en México, en el garlito. Así, es común que se desestimen los lugares comunes. Por eso, no caer en exceso de confianza y darle una repasada al método para prevenir y controlar un ataque de gripe, nunca sobra.
La gripe es una enfermedad respiratoria aguda y transmisible, provocada por el virus de la influenza, del cual existen tres principales tipos llamados A, B y C, siendo de éstos el tipo A el más frecuente y severo para el ser humano.
Esta enfermedad es más dañina cuando existe una gran concentración de gente. Una persona enferma puede transmitirla muy rápidamente por vía aérea a todos los demás, a través de las gotas de secreciones respiratorias o de saliva infectada, ya sea por medio de la tos o los estornudos o teniendo contacto con manos o contaminando las superficies lisas.
Los síntomas comienzan a presentarse entre 48 y 72 horas después de haber sido alguien infectado y duran alrededor de 5 a 7 días.
- Fiebre alta que comienza siendo febrícula (37.5° o 38°) y pasa a ser de 39° o más, debilitando al paciente
- Dolor de cabeza y de garganta.
- Dolores musculares (mialgias) y articulares (artralgias) que suelen aparecer a partir del cuarto o quinto día después de la infección
- Tos generalmente seca que llega a permanecer después de mejorar los otros síntomas de 7 a 10 días más
- Debilidad y cansancio
- Ojos llorosos y con dolor
- Congestión nasal
La prevención se da mediante la vacuna, la cual ha demostrado tener una gran efectividad y seguridad. Con ella se busca que el cuando el virus llegue a un sujeto susceptible de infección éste tenga una inmunidad importante frente al virus.
Es importante también realizar la prevención por medio de:
A) Un adecuado lavado de manos, por lo menos durante 20 segundos siempre que estas se encuentren sucias, antes de comer o de preparar alimentos y después de sonarse la nariz (preferentemente con pañuelos desechables). También hay que cubrirse la boca al estornudar, con un pañuelo o con la parte interna del codo.
B) Evitar el contacto con personas con gripe, así como aglomeraciones.
C) Reducir la exposición al humo de tabaco (no fumar).