Existen muchas ofertas de harina de maracuyá, pero siempre está la opción de hacerlo tu mismo.
El otro día viendo un matinal, apareció una nota nutricional en la cual se hablaba de las bondades de la cascara de maracuyá, el fruto de la pasión, originario del amazonas, y de las hojas de palto o avocado o aguacate. Estas debían ser secadas y molidas, para obtener sus beneficios.
Estos radican principalmente en la disminución en la absorción de carbohidratos por el organismo, ayudando a controlar el nivel de azucares en la sangre. Esto es debido a que su consumo produce un gel a nivel estomacal que actúa como barrera, combatiendo la obesidad, bajando los niveles de glicemia en la sangre y reduciendo el colesterol malo .
También actúa a nivel intestinal, contribuyendo en la formación del bolo fecal que facilita la eliminacion de toxinas.
En Internet podemos encontrar un sinfín de ofertas de harina de maracuyá, pero ciertamente si tienes la oportunidad de hacerlo en forma casera, es preferible que lo hagas tu mismo.
Además, puedes aprovechar su pulpa que es rica en vitaminas A y C, potasio, magnesio y fósforo, e incluso su flor, que tendría propiedades sedantes y paleadoras de dolores musculares y cefaleas.
Fuente: Maracuyá o Fruta de la pasión: propiedades nutritivas (Inkanatural)