La enfermedad suele presentarse en personas con edades comprendidas entre los 25 y 35 años. Paralelamente, tiene una mayor incidencia en mujeres, y según las estadísticas dos de cada tres afectados son féminas. No se puede considerar una afección hereditaria: el 95% de los pacientes no posee un familiar afectado por esta causa.
La esclerosis múltiple (EM), por su característico daño neurológico, suele representar cierto grado de discapacidad. Sin embargo, en la medida que se logre un diagnóstico se garantizarán mejores terapias que permitirán a la mayoría de los pacientes favorecer su calidad de vida.
La doctora Mar Tintoré, especialista de la Unidad de Neuroinmunología del Hospital General Vall d’Hebron de Barcelona (España), explicó que “en la esclerosis múltiple nuestras defensas no diferencian bien lo propio del organismo de lo ajeno al mismo, por lo cual, el sistema inmunológico ataca células sanas. El resultado de este daño autoinmune afecta directamente a la mielina, una sustancia que no solo protege las fibras nerviosas sino que permite el flujo adecuado de nuestros impulsos nerviosos en el cerebro”.
La neuróloga indicó que la principal consecuencia de la enfermedad es la formación de lesiones en el cerebro, cerebelo y/o médula espinal. Estas dan origen a los característicos brotes de la esclerosis múltiple, que se manifiestan a través de deficiencia visual, dolor ocular, hormigueo en las manos y piernas, pérdida de sensibilidad y sensación de torpeza. “En un principio los pacientes se recuperan por sí solos de los brotes, pero a la larga, algunos pueden tener secuelas y discapacidad asociada a la reincidencia de éstos”, acotó la galena.
Tintoré advirtió que no todo hormigueo, deficiencia visual o episodio de rigidez muscular está relacionado a EM, ya que los brotes se presentan como mínimo por más de 24 horas, pudiendo prolongarse hasta por 8 semanas. En tal sentido, si estos síntomas son recurrentes, es importante acudir al neurólogo que es el profesional indicado para realizar un diagnóstico oportuno. Por otra parte, se trata de una patología silenciosa del sistema nervioso central, ya que puede permanecer sin brotes durante años, agregó la experta en materia de trastornos neuronales.
La especialista afirmó que la gran mayoría de los pacientes van a poder desarrollar una vida normal a nivel laboral y familiar. “Es cierto también que hay un porcentaje de personas con esclerosis múltiple en los que la enfermedad va a provocar una secuela importante. Por esta razón, el tratamiento temprano es vital para intentar evitar o retrasar, en la medida de lo posible, la aparición de discapacidades”, finalizó Tintoré. NP