El éxito es algo que todo el mundo busca, pero solo algunos afortunados logran conseguirlo. Algunas investigaciones han demostrado que el triunfo se debe más a las aptitudes emocionales que a las capacidades intelectuales.
The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations ha realizado este estudio que demuestra que la el éxito se atribuye en un 23% a la inteligencia y en un 77% a las aptitudes emocionales.
Lo cierto es que existe una tendencia generalizada a educar a los niños en el ámbito de las emociones, algo que ayuda a la salud de nuestros hijos, además de ventajas en el desarrollo personal, académico y profesional. Para que esto sea efectivo se tiene que hacer desde muy pequeño.
En este sentido podríamos decir que la inteligencia emocional es imprescindible para nuestro desarrollo personal. Es importante reconocer lo que sentimos y saber expresarlo, siempre comprendiento las posturas de las otras personas, aunque sean contrarias a nosotros. Los expertos defienden que esta empatía ayuda a reducir los conflictos, el estrés y la depresión, ya que al entender a los demás, podemos encajar mejor la frustración de no haber conseguido lo que deseamos.
La positividad es otra de las claves. Está demostrado que si nos tomamos la vida con tranquilidad, nuestros sistema inmunológico mejora y además prevenimos enfermedades, debido a que esta energía positiva reduce la presión sanguínea y disminuye los niveles e adrenalina que se asocian a la ansiedad. Por otra parte la negatividad peude afectar a nuestras defensas y pdría provocarnos alguna enfermedad.
Para ayudar a todas las personas que estén interesadas en mejorar la educación emocional de sus hijos, el instituto FAROS de Sant Joan de Déu, especializado en la salud de la infancia y la adolescencia, ha creado un manual gratuito llamado "¿Cómo educar las emociones?". Este proyecto está coordinado por Rafael Bisquerra, catedrático de la Universidad de Barcelona, y cuenta con autores como el conocido divulgador científico, Eduardo Punset.
El manual cuenta con 132 páginas escritas por una serie de expertos que aconsejan como gestionar las emociones. Se destaca la importancia de la familia, ya que los padres son los que tienen que educar a sus hijos, aunque esta educación también debe continuar en la escuela. Este manual se basa en cinco puntos claves entre los que destacan: el desarrollo de la consciencia emocional, el control de las propias emociones, tener consciencia social y empatía, desarrollar habilidades sociales y de relación, y además, aprender a tomar decisiones y a resolver conflictos.
CLAVES PARA MEJORAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE NUESTROS HIJOS
Los expertos ofrecen algunas claves en este manual donde explican como educar a nuestros hijos en las emociones. Entre ellos podemos destacar a Esther García Navarro, coordoinadora y profesora del Máster en Educación Emocional y Bienestar y del Máster en Inteligencia Emocional en las Organizaciones de la Universidad de Barcelona, quien ofrece unos consejo muy sencillos.
La catedrática distingue en primer lugar la importancia de conocerse a uno mismo, para posteriormente enseñar a nuestros hijos. Si no nos conocemos a nosotros mismos ¿Cómo podríamos enseñar a entender las emociones a nuestros hijos.
La profesora plantea cinco actividades para desarrollar la conciencia emocional:
- Hay que dibujar con los niños caras que expresen diferentes emociones como tristeza, enfado, rabia y colgar esos dibujos por la casa. De esta manera, al ver los dibujos, el niño nos puede señalar como se está sintiendo.
- Otro ejercicio puede ser que padres e hijos imiten emociones situándose frente a un espejo, de esa manera ven como cambian los gestos faciales dependiendo de la emoción que se trate.
- Cuando ocurre algún hecho importante para los pequeños, es necesario que los padres les animen a poner nombre a las emociones, para de ese modo detectar el desencadenante de ese sentimiento.
- Cuando el niño tenga alguna enfermedad, es importante que sepan lo que esán sintiendo, para comprender su emoción y saber como hacer para encontrarse mejor.
- En caso de los adolescentes, es recomendable que utilicen un diario donde anotar tanto los sentimientos positivos como los negativos. De esta manera al verlo escrito pueden decidir si desean cambiar esta emoción.
