El exceso de grasas, sobre todo el colesterol que se parece a la cera, se deposita en las tuberías -gruesas al principio y cada vez se van haciendo cada vez más finitas- que son las paredes de las arterias, formándose una especie de sarro constituido por las grasas.
Con el tiempo este depósito va a crecer y, como el sarro en las tuberías viejas, la arteria se volverá dura y quebradiza, pero además se irá cerrando e impedirá la circulación de la sangre.
Las grasas también se pueden depositar fuera de las arterias, en la piel (como manchitas blancas) y en el tejido adiposo depositado en el vientre y las nalgas, produciendo la gordura.
El origen del exceso de grasa en la sangre esta en la alimentación pero también en la herencia y la capacidad del hígado para formar el colesterol, colesterol bueno, colesterol malo e incluso los triglicéridos.
El colesterol se encuentra sólo en los animales, no en las plantas, sin embargo es posible que pacientes estrictamente vegetarianos tengan triglicéridos y colesterol altos debido a que su hígado no funciona correctamente.Efectos del exceso de grasas:
-La grasa en las arterias coronarias, que llevan sangre al corazón, producen infartos cardiacos.
-Si los depósitos de colesterol se depositan en las arterias del cerebro, el efecto será el derrame cerebral.
-Las grasas en las arterias que llevan sangre a las piernas producen un síntoma denominado claudicación intermitente, especie de infarto pero a los músculos de las piernas. Quienes lo padecen no pueden caminar ni diez metros de corrido.
Para controlar el exceso de grasas debe saber:
-Como máximo una persona debe tener 200 de colesterol.
-Cuidar qué se pone en la boca. Qué y cuándo se come.
-La actividad física ha demostrado que puede disminuir el colesterol, aumentar el colesterol bueno, disminuir el colesterol malo e incluso clarificar la sangre de los triglicéridos.
-El cigarrillo puede aumentar la sangre del colesterol pero sobre todo disminuir la cantidad de colesterol bueno.
-La diabetes va de la mano con el colesterol.
-La presión arterial, sumada a la arteroesclerosis, puede producir un derrame cerebral tras el resquebrajamiento de la arteria.
